Luquillo. Justin caminaba una y otra vez a la orilla de la costa de Playa Azul. Miraba constantemente el mar esperanzado en que las aguas enfurecidas en las que el lunes estuvo a punto de fallecer le devolvieran a su hermano George Phillip, quien murió ahogado junto a su padre, Jorge Toledo, mientras este trataba de salvarlos a ambos.

La escena se tornó aún más desgarradora cuando el niño de 14 años se reencontró con sus hermanos mayores, Megan y George William, en el lugar donde más de 100 personas trabajaron durante todo el día de ayer en las labores de búsqueda y rescate.

Hasta anoche, los esfuerzos aéreos de la Guardia Nacional, la de los buzos de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) y la del personal de Manejo de Emergencias de diversos municipios no habían rendido frutos a causa de las inclemencias de una onda tropical que afectó a la zona.

Aun así, con evidente cansancio y con la luna como testigo, allí seguía Justin: aferrado a su fe de que el cuerpo de su inseparable hermano de 16 años aparecería.

Irónicamente, el padre de los jóvenes murió tratando de salvar a sus hijos, una faena heroica que hacía constantemente, pues durante los pasados 18 años se desempeñó como rescatista de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead) en la región de Fajardo. Sus hijos heredaron su ímpetu por el servicio ciudadano y también fungían como voluntarios para la agencia.

“Mi papá es un campeón, es un héroe. Por lo menos, me salvó a uno de mis hermanitos. Me salvó a Justin...”, dijo lloroso George William, quien consideró en un momento participar de la búsqueda de su hermano “Pipen”, como cariñosamente llaman al adolescente fallecido y que hace apenas una semana se graduó de noveno grado. “Estoy pensando meterme mar adentro para buscar a mi hermanito... espero que Dios me devuelva el cuerpito de él”, dijo apesadumbrado.

Entonces, en medio de su sufrimiento, recordó los últimos momentos que vivió con sus parientes. Dijo que el lunes desayunaron juntos, en familia. Posteriormente, su papá le comentó que iría a hacer unas diligencias y en la tarde daría una vuelta por la playa. Fue a eso de las 6:00 de la tarde del lunes que recibió una llamada telefónica para darle la triste noticia.

“Enseguida, me fui para el hospital... pero ya mi papá había muerto. Luego vine para acá (la playa) a tratar de buscar a mi hermanito y para ver a Justin”, explicó George William, quien tuvo la oportunidad de hablar con una persona que trató de salvar la vida de su padre.

“Un muchacho trató de ayudar a mi papá cuando vio que él salió a rescatar a mis hermanos... Él dice que mi papá gritaba: ‘Dios mío, ayúdame, ayúdame’”, dijo el joven que tras varios segundos de reflexión agregó lo siguiente: “Crecí en el rescate. En esto nacimos y, mira, en esto morimos. Todo se me fue, he perdido toda mi vida”.

Asimismo, George William quiso enviarles un mensaje a todos aquellos que tienen el privilegio de tener a sus padres vivos.

“Esto es fuerte. No se lo deseo a nadie. Todo el que tiene padre, que lo cuiden y velen por ellos, y no les den la espalda. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, expresó el muchacho, quien perdió a su progenitora cuando era un niño y fue criado por la actual esposa de su papá y mamá de Justin, Justina Quiñones. Curiosamente, esta también trabaja como rescatista en Aemead de Río Grande.

Continúa búsqueda

Mientras la familia sigue esperanzada de que el cuerpo de George Phillip sea recuperado, las labores de búsqueda tuvieron que ser suspendidas anoche cuando ya no había visibilidad para los rescatistas.

Sin embargo, las expectativas eran que el operativo se reanudará hoy a las 6:00 de la mañana si las condiciones climatológicas lo permiten.

Así lo explicó a Primera Hora Nino Correa, director de Búsqueda y Rescate de Aemead.

“El monitoreo por tierra continuará toda la madrugada, pero la búsqueda por el mar se suspende hasta mañana (hoy). Ahora mismo estoy pendiente de un informe del Servicio Nacional de Meteorología para saber cuáles son las condiciones proyectadas y el comportamiento de la marejada. De eso dependerá el plan que trabajaremos en el área”, dijo Correa al agregar que se utilizarán los servicios aéreos, la colaboración de 11 buzos y personal de Aemead.

El rescatista explicó que las expectativas son que el cadáver del joven salga a flote en cualquier momento, un proceso que ocurre generalmente cuando los cuerpos comienzan a descomponerse.

Asimismo, agotarán esfuerzos buscando en unas cuevas submarinas que hay en Playa Azul. “Pensamos que el cuerpo pudo llegar hasta alguna de esas cuevas que, usualmente, acumulan mucha basura”, explicó Correa.

“No descansaremos hasta encontrarlo... queremos terminar el trabajo de rescate que Toledo comenzó”, dijo, por su parte, Francisco Bruno, director regional de la agencia en Fajardo y amigo de toda la vida de la familia de las víctimas.

 ¡Cuidado! 

El Servicio Nacional de Meteorología declaró esta la Semana de Concienciación sobre Corrientes de Resaca para orientar al público y evitar desgracias como la ocurrida en Luquillo. Aquí algunos consejos:

Antes de ir a la playa, averigüe cómo están las condiciones marítimas.    

Sepa que nadar en el mar no es lo mismo que nadar en una piscina.

Las corrientes son como ríos dentro del agua que te empujan mar afuera.

Si estás en el agua y ves que la corriente te ha arrastrado, mantén la calma.

No trates de regresar nadando por donde entraste al mar.

Nada paralelo a la costa o en diagonal para salir de la corriente.

Si ves a alguien pidiendo ayuda, busca un profesional o lanza algo que flote, como una neverita, para ser utilizado como salvavidas.