El monseñor Rubén Antonio González Medina será presentado en la tarde de este martes a la comunidad católica de Ponce como su nuevo obispo, luego de que la Santa Sede aceptara el retiro del monseñor Félix Lázaro tras haber cumplido 75 años. 

Aún no se ha precisado qué sucederá en la diócesis de Caguas, que ahora se quedará sin obispo con este cambio proclamado por el papa Francisco.

“Con los ojos fijos en Jesús y consciente de mis limitaciones, debilidades y pecados, he aceptado la nueva misión que me encomienda el Señor por labios del papa Francisco. Quiero agradecer públicamente al Santo Padre la confianza que me ha mostrado al darme esta nueva misión”, afirmó el nuevo obispo de Ponce en comunicado de prensa. 

Se informó que la presentación oficial del religioso ante la comunidad sureña en la Catedral Nuestra Señora de la Guadalupe en la ciudad de Ponce será a las 5:30 p.m. de este martes.

El obispo, quien ha cultivado en el trayecto de su vida religiosa buenas relaciones en la Santa Sede, nació en Santurce, Puerto Rico. Fue ordenado sacerdote el 9 de febrero de 1975 por el fenecido cardenal Luis Aponte Martínez. Pertenece a la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, conocido como los Claretianos. 

Desde febrero de 2001, el prelado ha servido a la Iglesia como obispo de la diócesis de Caguas, a cuya comunidad describió como “su primer amor” porque le enseñó a ser su pastor. Fue presidente de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP). Actualmente, preside el Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), así como tres comisiones de la CEP: los medios de comunicación; los seminarios y las vocaciones, y la liturgia. 

Ante esta nueva designación, el religioso pidió a la comunidad católica sus oraciones, su compañía y su solidaridad para lograr ejecutar su nueva misión. 

“En esta mañana en que se hace pública mi designación como nuevo obispo de Ponce, le pido con humildad al buen Jesús que me conceda la sabiduría necesaria para caminar, acompañar y guiar esta nueva familia que me regala y que pone bajo mi cuidado. La misión no la puedo realizar yo solo”, indicó el religioso claretiano, al apelar a la ayuda de las diversas comunidades parroquiales, movimientos, medios de comunicación, grupos juveniles, apostolados, hombres y mujeres de buena voluntad, quienes “conscientes o no, hacen presente el Reino de Dios aquí en esta diócesis de Ponce”. 

Añadió que “los invito a caminar juntos con esperanza y alegría, a fijar una vez más nuestros ojos en Jesús, en quien hay vida, y vida en abundancia. No tengamos miedo en ser una Iglesia Pascual, samaritana, pobre y servidora, discípula y misionera”. 

Asimismo, el nuevo obispo de Ponce agradeció “de corazón” el servicio apostólico realizado por los pasados 13 años por el monseñor Lázaro Martínez. Este tuvo que retirarse para cumplir con el canon 401 del Código de Derecho Canónico, que fija la edad de 75 años para el retiro.

“Considero que el gran legado que nos deja, y por el cual estoy seguro que lo recordaremos siempre, es haber sembrado en esta querida diócesis de Ponce la devoción a la Divina Misericordia. De él podemos decir, sin equivocarnos: aquí hay un verdadero testigo del rostro misericordioso del Padre”, manifestó su sustituto. 

Otro que agradeció la labor del ahora exobispo fue el arzobispo de San Juan, monseñor Roberto González Nieves. Destacó “su fructífera labor como obispo de Ponce y, de manera especial, su colaboración fraternal en la Conferencia Episcopal Puertorriqueña. 

“El obispo Lázaro tuvo importantes aportaciones teológicas a la CEP y siempre ha sido un hermano de puentes para favorecer la colegialidad afectiva y efectiva”, dijo. 

La diócesis ahora bajo el mando de González Medina comprende los municipios de Ponce, Adjuntas, Arroyo, Coamo, Guánica, Guayama, Guayanilla, Jayuya, Juana Díaz, Patillas, Peñuelas, Salinas, Santa Isabel, Villalba y Yauco, y la parroquia de Nuestra Señora de la Divina Providencia, en la colindancia de Villalba con Orocovis. Actualmente, cuenta con 110 sacerdotes, de los cuales 66 son diocesanos y 44 religiosos, 103 diáconos permanentes, 182 religiosas y tres religiosos.