Aunque el ojo del huracán María se fue y los vientos huracanados hasta del virazón se han reducido a unas ráfagas sobre Puerto Rico, el Servicio Nacional de Meteorología advierte que sigue siendo sumamente peligroso salir de lugares seguros.

El meteorólogo Gabriel Lojero enfatizó que el alejamiento del huracán no implica que el peligro ha pasado por varias razones: los vientos de tormenta tropical que permanecen en la zona como por las inundaciones que causen la lluvia y los numerosos ríos que están fuera de su cauce. .

“Todavía puede haber ráfagas de huracán, en la última observación desde el aeropuerto internacional fue casi 70 millas por hora, pero sostenido ya es menos y menos. La tendencia va a ser que los vientos de ráfaga huracanada irán desapareciendo durante la tarde y habrán desaparecido para la noche”, sostuvo Lojero.

Los vientos de tormenta tropical pueden oscilar entre los 39 y las 73 millas por hora, y podrían contribuir al colapso de estructuras que ya están debilitadas por el impacto de María, que pasó por la Isla con vientos cercanos a 150 millas por hora.

“Realmente no es seguro salir afuera hasta mañana, cuando los vientos finalmente disminuyen”, indicó.  “Es importante que la ciudadanía entienda que el peligro no ha terminado. Siguen esos vientos de tormenta tropical que son muy peligrosos y la lluvia”, afirmó Lojero.

Las lluvias dejadas por María a las 2:15 p.m. oscilaban entre las 15 y las 30 pulgadas, un poco más del estimado de hasta 25 pulgadas. Y esa cantidad de lluvia acumulada seguiría en aumento por que se espera que la lluvia siga hasta el viernes.

“Las lluvias no han terminado. Ahora mismo hay una fuerte actividad de lluvia en el tercio este de Puerto Rico, según una imagen de satélite”, contó Lojero.

El nivel de los ríos es tan preocupante que se ha emitido una notificación llamada “emergencia de inundaciones repentinas”, esto porque se han desbordado ríos que normalmente no salen de su cauce, dijo Lojero. Estos cuerpos de agua, explicó, son los ríos Grande de Manatí; La Plata, que abarca municipios como Naranjito, Vega Baja, Toa Baja, Toa Alta y Dorado; y el Grande de Loíza.

En el caso de La Plata, dijo Lojero, ocurrió “un nivel de inundación récord”.

Otros ríos fuera de su cauce, algunos con lo que se llamó “nivel de inundación mayor”, como el río Culebrinas, entre Añasco y Moca, el río Guanajibo en Hormigueros; el río Rosario, en Mayagüez; el río Patillas; el río Guayanés, en Yabucoa; río Cibuco, en Corozal; río Grande de Arecibo, y el río Camuy, entre otros.

“Los daños son potencialmente catastróficos”, sostuvo.

El gobernador Ricardo Rosselló también urgió a la ciudadanía a entender que el peligro continúa. "Hay aviso de inundaciones para todo Puerto Rico", dijo Rosselló.