Como cambian las cosas. En 2006 los comediantes Antonio Sánchez “El Gangster” y José Vallenilla “Funky Joe”, desde su programa radial “El Bayú”, convocaron a marchar por un acuerdo PPD-PNP en torno a otra reforma contributiva, a un impuesto nuevo; un impuesto al consumo entonces mejor conocido como  “sales tax”.

Aquella marcha la bautizaron “Puerto Rico Grita” y hoy la mayoría de los puertorriqueños la recuerdan como una manifestación de respaldo al Impuesto de Ventas y Uso (IVU), que terminó en  7%.

2015: los dos comediantes vuelven a salir a la palestra pública e intervienen en un “issue” similar, pero esta vez arremeten contra el actual mandatario del País, que insiste en impulsar un IVA (un impuesto de valor añadido) que si se aprueba sería más de dos veces mayor  al “sales tax” de hace nueve años.


Los personajes son los mismos -incluido el pueblo de Puerto Rico-, pero la mayoría de los actores se están comportando distinto.

Ayer, por primera vez  en la historia,  se vio protestar a los estudiantes de escuelas, universidades e institutos de educación superior privados, todos juntos, en contra del IVA. 

Gente de la clase media; retirados; organizaciones profesionales,  de salud, educativas, ingenieros, comerciantes e industriales, están pisando las calles y “gritando” en contra del impuesto y lo más curioso es que la mayoría se está autoconvocado,  lo que no es usual en Puerto Rico. 

Aquí las protestas, generalmente, surgían desde la izquierda o el independentismo.

“En Puerto Rico se está dando un fenómeno de transformación social, política y cultural que ha brotado espontáneamente. Es una conciencia de pueblo. Los jóvenes, la generación actual, ha ido recuperando su propio espacio social”, dijo  ayer el sacerdote Pedro Ortiz, de la Coalición Todos somos Pueblo.

Ortiz dijo que los estudiantes de las instituciones privadas lucen desligados de ideologías y partidos y hasta están construyendo su propio discurso y consignas.

“Ayer los vimos –en la protesta contra el IVA- con sus propias canciones y sin usar las tradicionales consignas de barricada”, comentó.

El profesor de Ciencias Sociales, Julio Muriente sostuvo  que en torno al IVA se está dando una confluencia de factores: “hay unos sectores que están creando conciencia de que tienen derecho a protestar y por otro lado hay unos oportunistas, que por sus particulares intereses,  los movilizan y les dan el día libre (en las universidades)”.

Muriente dijo estar convencido de que si esos estudiantes estuvieran luchando por otras razones,  las universidades privadas no los respaldarían. 

Mencionó que en las protestas también se ha visto un “oportunismo electoral”.

Padre Pedro, que lleva once años trabajando en universidades privadas, señaló sin embargo que él lo que ha estado viendo “en las privadas” es un activismo cada vez mayor de las organizaciones estudiantiles.

Muriente y Ortiz coincidieron en que los estudiantes y sus familias, así como la clase media,  están rechazando el IVA por miedo al empobrecimiento.

La clase media, dijo Padre Pedro, “había estado sistemáticamente como escondida, no había estado al frente de los procesos de lucha sociales, pero la crisis económica la empujado a manifestarse. La estrechez económica que vive la Isla también ha llevado a los grupos profesionales a coger la calle", opinó.

Siguen las críticas a la propaganda del IVA

La reconocida relacionista pública Helga García manifestó ayer que las comunicaciones del Gobierno en torno al IVA han fallado porque la gente no está receptiva a los mensajes grabados o a los anuncios de televisión que se están difundiendo. “La gente no está receptiva a los anuncios porque se siente engañada. Tener un portavoz que no maneje a la perfección el tema, provoca que el ciudadano pierda la confianza en el mensaje”, dijo.

García piensa que la  estrategia de comunicación del Gobierno se inició sin que los portavoces estuvieran debidamente informados, razón por la que en la marcha “se han cometido errores de comunicación que continúan minando la credibilidad del proyecto”.

“Escuchando al Secretario de Hacienda hace unos días, parecía desconocer algunas de las áreas de la propuesta.  Si el Secretario de Hacienda no puede responder ciertas preguntas, ¿quién entonces?”, preguntó.

La relacionista profesional recomendó una línea telefónica, con personas adiestradas en el tema, para responder las preguntas que tiene el país; y que en las redes sociales se segmente la información conforme a los sectores interesados en el tema.