Coamo. Los residentes del sector Puente de Hierro en el barrio Llanos, urgen al Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) a concluir cuanto antes la construcción del sustituto de un puente centenario que representa un riesgo para su seguridad y la de miles de conductores que a diario transitan por la carretera PR-14 entre Coamo y Juana Díaz.

El longevo Puente de Hierro, que data de 1879 y cruza el río Descalabrado, permite el paso de un carro a la vez. Hace varios años, en esta zona se limitó el tránsito a vehículos de hasta ocho pies de alto como medida preventiva. Un cartel advierte que solo pueden atravesarlo automóviles con carga máxima de cinco toneladas.

El puente nuevo, que la empresa Robles Asphalt comenzó a construir a un costo de $5.1 millones, luce prácticamente terminado, pero se detuvo el verano pasado sin explicación, denunció Carlos Torres Santiago.

“El puente viejo está en deterioro completo y antes de comenzar (la construcción), Obras Públicas lo señaló como peligroso, por eso hacen el puente nuevo, pero está abandonado hace nueve meses. Queremos que el nuevo secretario (Carlos Contreras Aponte) nos diga por qué se ha detenido esto y que termine de hacer el puente. Aquí son miles de automóviles que pasan diariamente”, expresó Torres Santiago, exalcalde Coamo y quien utiliza a diario la vía.

 Carmen Barbés, quien reside allí junto a una docena de parientes, destacó que “las planchas debajo del puente están bien afectaditas y se le están cayendo. Está todo virado”.

Sin ocultar su molestia, Marcos Hernández planteó que “el puente lo hicieron, pero no se puede usar”.

“¿Entonces, para qué lo hicieron? ¿Para dejarlo de lujo?”, cuestionó Hernández.

El puente viejo delimita la colindancia entre Juana Díaz y Coamo. 

La comunidad Puente de Hierro va hacia Coamo y está integrada por 12 personas que están emparentadas.; alí también hay un colmado.

Aparte de la culminación del puente, los vecinos solicitaron la reparación de la PR-14, cuyos múltiples hoyos causan choques y daños recurrentes a los vehículos, y reclamaron que se bregue con las escorrentías que inundan sus casas, un problema generado por aparentes vicios de construcción del puente nuevo.

“Hay que tirarse para el lado porque hay muchos hoyos. Nosotros hemos arreglado un poquito eso ahí, porque nos tienen abandonados. Aquí no ha venido nadie. Lo que han hecho es un abuso”, contó Reinaldo Vázquez.

Pedro Vázquez Barbés resaltó que echaron piedra y “un polvillo blanco que pega” para resolver y que él, incluso, puso candungos dentro de los hoyos, pero los conductores se los llevaron enredados. 

“Ese poste (frente a su casa) lo pusieron nuevo porque un carro lo partió. Lo que me salvó fue que los cables estaban por el lado de acá y lo aguantaron”, relató el vecino desde su marquesina.

Carmen Barbés, por otro lado, comentó que “cuatro veces le he tenido que cambiar los “bushing” al carro por los mismos hoyos. “Esto hay que arreglarlo”, afirmó.

Torres Santiago también ha experimentado contratiempos a causa de los cráteres.

“Recientemente, mi esposa venía de Juana Díaz a Coamo en horas de la noche y se le dañó el aro y la goma porque cayó en uno de los múltiples hoyos que hay en este tramo”, sostuvo.

Sobre las inundaciones, indicaron que los canales por donde se supone que baje el agua no funcionan y, en cambio, las escorrentías terminan en sus hogares.

“Cada vez que llueve baja por ahí un correntón y se mete en casa. En el negocio no se ha perdido nada, pero en casa sí, porque el agua daña las cosas”, expresó Raúl Pedrogo Mateo, dueño del colmado.

Primera Hora solicitó reacciones al DTOP y a Robles Asphalt, así como al alcalde de Coamo, Juan Carlos García Padilla, pero no obtuvo respuesta.