Son miles de familias las que viven sin energía eléctrica desde el paso de los huracanes María e Irma. De por si es una situación difícil, y se complica cuando en la familia hay una persona embarazada o encamada.

Uno de estos casos es el de Marielys Ocasio de 33 años de edad, quien tiene 24 semanas de embarazo.  Para Ocasio ha sido fuerte no tener energía por alrededor de cinco meses, y todo se complica cuando se suman los gastos médicos de seguimiento por el embarazo, con la compra semanal de gasolina para el generador eléctrico.  “Como mi esposo y yo trabajamos, aunque con sueldos limitados, no tenemos ninguna ayuda del gobierno, y con el pasar del tiempo vivimos más preocupados, preguntándonos hasta cuándo podrán aguantar nuestros bolsillos”, explicó por escrito Ocasio.

“Nuestra comunidad ha protestado, el alcalde ha alzado la voz, llamamos, damos seguimientos y mientras envían brigadas para otros pueblos, nuestra comunidad no ha visto ni una brigada” comentó Marielys Ocasio. 

La joven madre quien reside en la comunidad de las Parcelas Nuevas de Quebrada Cruz en Toa Alta, batalla junto a su esposo para cubrir los gastos básicos más la compra de gasolina s de $80 dólares semanales y de sobre $400 para el seguimiento médico mensual del embarazo.  “Muchas veces, para dividirnos las tareas con mi esposo, voy a buscar gasolina, y cuando estoy en la fila, con el envase rojo en la mano, es cuando más latente se me hace la crisis por la que vivimos, pues veo decenas de vecinos, -quienes tienen más suerte que otros- cansados, buscando gasolinas para las plantas que le brindaran luz de forma limitada a sus familias”, agregó Marielys Ocasio.

Otro ejemplo de los que se llevan la peor parte en la crisis de energía eléctrica en Puerto Rico, es el caso de Mariana Nieves Guzmán del sector los Llanos en el Barrio Ortiz de Toa Alta. Doña Mariana de 81 años de edad vive postrada en una cama luchando contra las condiciones de párkinson y alzhéimer. Es su hija Marianita, quien se hace a cargo de ella, y ha sobrellevado con su madre la carga de cuidar a un paciente encamado sin energía eléctrica. 

“Ha sido una situación fuerte, pues mi madre quien también está en posición fetal, depende de oxigeno 24 horas al día, terapias respiratorias cada cuatro horas, y aire acondicionado para prevenir la proliferación de ulceras en su cuerpo”, explicó en declaraciones escritas la hija y cuidadora Marianita Nieves 

Marianita depende del seguro social de su esposo, quien está incapacitado y tiene un hijo con condiciones de salud, y juntos hacen de tripas corazones para comprar gasolina, cuidar a su madre y buscar ayudas por parte del gobierno. “En estos momentos lo más que me preocupa es no saber, si podremos darle el cuido y la calidad de vida que necesita mi madre, pues es tanto el tiempo sin energía, y comprando gasolina para el generador eléctrico, que sumado a los gastos del cuido y de la familia casi no podemos”, dijo preocupada la vecina de Barrio Ortiz. 

“Ahora mismo tenemos problemas con una de las plantas, pues conseguimos dos plantas, con mucho sacrificio y gestiones, pues el cuido de mi madre lo exige, y casi no nos quedan recursos para recuperarla”, agregó preocupada.