A pesar de que en la última década ha mejorado significativamente la conservación de los recursos forestales, los bosques del mundo se han reducido en un tres por ciento desde 1990. Ese por ciento equivale, para que tenga una idea, a una área equivalente en tamaño a Sudáfrica.

En una información divulgada por el Global Forest Resources Assessment (GFRA), el daño en los últimos 25 años ha sido considerable, pero también se destaca que la pérdida de bosques ha disminuido. Desde 1990 hasta 2015 se han perdido 129 millones de hectáreas. Los bosques tropicales se han llevado la peor parte con una tasa de pérdida de un diez por ciento.

El experto forestal de la Universidad de Melbourne, Rod Keenan, dijo, según citado en el portal Science Daily, que esas estadísticas no son buenas.

“Realmente tenemos que aumentar los bosques para proporcionar los beneficios de los recursos forestales a una población en crecimiento. Así que hay más trabajo por hacer”, indicó.

El desarrollo agrícola de las tierras, con producciones a pequeñas y grandes escalas, parece ser la principal razón del descenso. Brasil, Indonesia y Nigeria tienen las mayores pérdidas en los últimos cinco años.

Pero, según el informe, ha habido cambios positivos significativos. La pérdida de bosques en la década de 1990 se situó en 7.3 millones de hectáreas, pero ahora está en 3.3 millones. “Reducir la pérdida a la mitad es algo bueno, pero necesitamos continuar con una política enfocada para asegurar que esa tendencia sea sostenible”, señaló Keenan, quien cree que las políticas deben incluir regulaciones, fondos para una mejor gestión forestal e incentivos para aumentar la superficie de bosque.

En países con muchos habitantes en extrema pobreza como India, Vietnam y Ghana, los bosques son talados para la subsistencia de individuos y sus familiares, por lo que suelen tener una tasa de reducción más acelerada.

Aunque ayer se celebró el día de la organización ambientalista Greenpeace, hoy es un buen momento para empezar a participar en movimientos que buscan proteger las áreas verdes del país, como se ha logrado con el Bosque Modelo en Puerto Rico, que tiene 19 áreas de reservas naturales.