Agua y baterías.

Esos parecían ser los artículos más buscados hoy en los supermercados ante la cercanía de la tormenta tropical Gonzalo.

En un recorrido de Primera Hora por el área de Bayamón, saltaba a la vista las botellas de agua en carritos de compra de los clientes.

Sin embargo, también había gente comprando alimentos congelados, lo que choca con la lógica de que si se va la luz como suele ocurrir ante el paso de ráfagas de viento, esa comida no se puede conservar.

Varios ciudadanos aseguraron que estaban abasteciéndose de agua porque ya se habían preparado y tenían en las casas comida enlatada y artículos de primera necesidad.

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Ese fue el caso de los esposos Janice Ortiz y Manuel Montes, quienes hoy querían tener suficiente agua para su bebé de siete meses.

"El agua de la nena es lo que realmente nos preocupa, y tener suficientes pampers... siempre la alacena está llena pero si hubiera sido más drástica la cosa, entonces tomábamos medidas más rigurosas", afirmó Morales.

Por otro lado, el matrimonio compuesto por Ana María Borrero y Armando Rodríguez también aseguró estar listo para lo que venga porque aprendieron tras el paso del huracán Hugo en el 1986.

"Sabemos que de mayo a septiembre  en los trópicos es esencial que estemos preparados. En casa siempre hay agua, siempre hay alimentos, tenemos generador, tenemos para el agua. O sea que nosotros vinimos porque se nos acabaron unas cositas pero gracias a Dios yo creo que el pueblo está tomando consciencia de que cuando anuncian uno de estos fenómenos atmosféricos locos, de esos que vienen por ahí, en los trópicos siempre hay que prepararse. Cuando Hugo éste me trajo cuatro latas de corned beef y me dejó sin agua", relató Borrero muerta de la risa señalando al esposo quien rápidamente se defendió: "pero después le puse una cisterna".

Para Jossie González lo increíble es cómo la gente se vuelve loca comprando aunque no sea necesario.

"Vine a comprar agua porque es una necesidad, no es preparación como tal... honestamente mucha gente en Puerto Rico se pone con el estrés y todas esas cosas y pues si pasa ya yo tengo lo de primera necesidad en la casa", dijo la mujer quien trabaja para el Servicio de Parques Nacionales.

El gerente general de un supermercado Econo en Bayamón no pudo evitar reírse ante la pregunta de qué es lo más que se estaba vendiendo.

"Pues curiosamente cosas congeladas pero también cosas de primera necesidad: agua, leche, cosas enlatadas, comida ya preparada y soda...baterías velas se las están llevando por montones",  indicó al tiempo en que auguró que más personas llegarán de noche. 

"Dejar las compras para lo último es costumbre de los boricuas", afirmó.

En la ferretería Ace lo que más se estaba vendiendo era alambres para tensar, dijo el gerente Luis Solís.

"Desde que abrió la tienda hoy hemos recibido muchas llamadas preguntando por alambre para tensar, soga, las botellitas de gas para las estufitas y los accesorios que lleva cada cosa. Creo que la gente está previniendo aunque se estaba alejando creo que la gente está todavía con la guardia en alto", manifestó.

Los paneles de madera no se estaban vendiendo tanto, indicó mientras que describió a su clientela como mayormente gente joven que no quieren pasar malas experiencias y buscan prevenir pérdidas en sus hogares.