Aguadilla.- El clima era tan perfecto esta mañana en la playa Crashboat que un joven se lanzó al mar a nadar como parte de su rutina de ejercicios. Y allí nadie “conoció” a Erika.

“Aquí no se sabe lo que fue la tormenta. Ese muchacho viene a nadar todas las mañanas y míralo aquí como siempre”, dijo uno de los pescadores en la playa de Aguadilla, Sergio Morales, mientras observaba al joven. 

“No cayó ni una gota de agua. Estuve esperando hasta las 2:00 a.m. para ver si pasaba algo y no pasó nada. Todo estuvo muy tranquilo y gracias a Dios que fue así, porque había visto las imágenes de lo que había pasado en Dominica y estaba un poco asustado”, agregó Morales en referencia a las cuatro muertes reportadas en esta isla caribeña por el paso de la tormenta tropical Érika en pasados días.

Esa fue hoy la historia en toda la región noroeste, tras el paso de la tormenta Erika por la Isla. Una mañana soleada sin lluvia ni viento. Lucía un día perfecto en la zona costera de los pueblos de Camuy, Quebradillas, Isabela y Aguadilla. Un clima muy distinto al de otros pueblos, especialmente en el área este y sur del país, donde se sintieron fuertes ráfagas de vientos y hubo más lluvia.

“Aquí, no ha ocurrido nada, gracias a Dios. Nos preparamos para la peor situación, pero ni llovió. Hice un recorrido por varios municipios en la madrugada y todo estuvo bastante tranquilo”, dijo el director de la Oficina para el Manejo de Emergencias de la zona de Aguadilla, Elvis Morales. 

“Nos sorprendió que no pasara nada, después de tantas proyecciones, pero fue bueno. Teníamos preocupación con el río Culebrinas por las lluvias de los pasados días. Con un poco de lluvia, seguramente, el río hubiera salido de su cauce en un área del pueblo de San Sebastián”, indicó el director de la oficina.

Un total de 13 personas fueron refugiadas en tres escuelas de la región, precisó Morales. Y ya en horas de la mañana, la mayoría de los refugiados habían sido removidos, agregó Morales. Hubo seis refugiados en la escuela Benito Cerezo de Aguadilla; dos en la Manuel Corchado de Isabela; y otros cinco en la Eladio Tirado de Aguada.

En la playa de Jobos en Isabela, el escenario era el mismo temprano en la mañana. Un señor que recogía latas por la zona dijo que la tormenta tampoco se sintió en el pueblo. “Hoy ha sido una de las mañanas más lindas de la semana. Por aquí nunca pasó la tormenta. Y me alegro que haya sido así”, dijo el isabelino.

El anuncio y paso de la tormenta, sin embargo, representa pérdidas económicas para los pescadores de la región. Sergio Morales explicó que dos días antes del paso del fenómeno atmosférico ya empiezan a guardar las embarcaciones. 

“Esos días antes no salimos por temor a que nos pase algo en alta mar, y luego el rescate sea más complicado por las condiciones del tiempo por la tormenta. Así que perdemos tres días de trabajo y eso nos afecta en nuestra economía. Pero no tenemos control de la naturaleza. Veremos si en los próximos días la cosa mejora”, dijo Morales en compañía de otros pescadores en la playa de Crashboat.

Al tiempo que algunos se mostraban satisfechos de que la tormenta no causó daños en la región, otros manifestaban la decepción sobre el cambio de ruta de Érika. Ese fue el caso de un joven llamado Abdiel.

“Me fui en la madrugada para el Parque Colón (en Aguadilla) con una cámara para grabar y nada pasó. Quería que hubiera acción para grabar algo y así subirlo a mi página de internet, pero todo estuvo muy tranquilo”, dijo el aguadillano con evidente frustración.