Mientras en Puerto Rico a los ciudadanos se les pide prudencia en el uso del agua potable para retrasar el inició  de un plan de racionamiento basado en horas de disponibilidad del líquido, hay lugares en los Estados Unidos donde multan a quienes no sigan las directrices para conservarla.

En la ciudad de Santa Monica, por ejemplo, las restricciones incluyen instrucciones de cómo se deben lavar los carros y hasta el protocolo para servir agua en los restaurantes. 

Con una sequía  que se ha prolongada más de la cuenta, en este sector de Los Ángeles, California, no han contemplado otra alternativa que no sea hacer las reglas más restrictivas con la esperanza de que sea un disuasivo.

Aquí es diferente 

El presidente de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Alberto Lázaro, anunció que si la sequía sigue como va, en los próximos 20 a 40 días la corporación podría comenzar a poner en vigor un plan de interrupciones programadas.

Sin embargo,  Lázaro no mencionó cómo se podría lograr que los abonados redujeran el consumo, más allá de pedirles que fuesen juiciosos.

En el caso de Santa Monica, el objetivo  es reducir el consumo en un 20 por ciento, y para conseguirlo el ayuntamiento decidirá en dos semanas si pone en efecto la fase dos de su plan que, entre otras cosas, establece a  qué cantidad de agua tiene derecho cada cliente.

Los 68 galones de agua por persona por día que le permitirían a los ciudadanos son 12 galones menos de los que se usa en Puerto Rico cuando se limpia la marquesina a manguerazo.

Lavar una tanda de ropa, por ejemplo, consume entre 32 y 50 galones.

Tener una fuente en la que el agua que circule no sea la misma  y servir agua en un restaurante sin que el cliente la pida forman parte de la lista de lo que no se puede hacer en la fase dos. Si no pides agua, la comida se baja a secas.

En enero pasado el gobernador de California, Jerry Brown, hizo un llamamiento para que se redujera el consumo de agua en un 20 por ciento, pero ninguna zona lo consiguió.

De hecho, según reportes, en algunas zonas ocurrió lo contrario, subió.

En Bakersfield, otra ciudad californiana, ya consideran entrar a la etapa tres de su plan de racionamiento, que multa hasta en $500 a quien no lo obedezca.

En el caso de ellos, eso incluye cerrar nueve “spray parks”, que son parques acuáticos tipo “chorritos”.

En Kaufman, Texas, han recibido advertencias personas y comercios que no han respetado las restricciones.