PONCE. Fue una promesa muy especial y que fue cumplida en agradecimiento a un regalo de vida.

Los órganos donados provenientes del cuerpo de Stefano Steenbakkers Betancourt continúan siendo fuente de alegrías y momentos significativos para las personas que los recibieron. 

Una de ellas es Edwin Díaz Rosado, el ponceño quien fue trasplantado con el riñón izquierdo y páncreas del joven asesinado en medio de un carjacking en Dorado, en el año 2012.

“No importa que Stefano haya perdido la vida, sino que es más el regalo de vida que le dio a Edwin, y la posibilidad de estar con sus nietos”, expresó Zorimar Betancourt Ramírez, madre del donante.

Como agradecimiento, Díaz Rosado prometió que su próximo nieto varón llevaría el nombre de Stefano, que le permitió la posibilidad de vivir y disfrutar de su familia.

Y así lo cumplió, cuando en el 2015, vino al mundo el retoño de su hija Edmarí, a quien llamaron Stefano Aarón.

“Fue bien cómico, muy emocionante esa llamada telefónica, me acuerdo que estaba en Nueva York en una tienda y Edwin estaba en Ponce. Él me mandó unas fotos con unos botines y yo estaba como que no entendía nada, pero me dijo que su hija estaba encinta y que iba a ser un varón y fue que él había prometido que si tenía un nieto varón le iba a poner Stefano de nombre”, recordó Betancourt Ramírez sobre el momento en que recibió la noticia.

Para ella, el acontecimiento la llenó de alegría, ya que la donación de órganos de su hijo Stefano seguía cosechando buenos frutos.

Curiosamente, la criatura nació el 26 de noviembre de 2015, Día de Acción de Gracias. 

Varios meses después, Betancourt Ramírez llegó hasta la casa de Edwin en Ponce, para conocer al niño. 

“Eso fue algo bien especial, porque no tan solo le prometimos a Zorimar que el próximo nieto varón se iba a llamar Stefano, sino que nació justo el Día de Acción de Gracias. ¿Cómo se puede explicar eso?”, expresó Díaz Rosado.

Mientras que Betancourt Ramírez añadió que “es un bebé (Stefano Aarón) muy feliz y me da mucha emoción”.

“Imagínese, un éxito conocer un bebé que, además de llevar el nombre de Stefano, es un niño muy amado y muy deseado, y que Edwin haya tenido la posibilidad de vivir para estar aquí, conocerlo y cuidarlo”, indicó Zorimar.

“A Stefano (Aarón) lo conocí por primera vez en la casa de Edwin en Ponce, y luego de eso lo volví a ver en una corrida que hicimos de la fundación para recaudar fondos para ir a los Transplant Games, y él trajo el bebé. De verdad que fue un día espectacular”, manifestó la creadora de la Fundación Stefano.

Aseguró que la participación de Edwin en algunas actividades de la fundación ha permitido que otras personas se den cuenta de la importancia de la donación de órganos. 

“Estoy muy contenta de que Edwin esté saludable, al igual que Joanne (Luliucci, recipiente del pulmón izquierdo), quien tiene su nieto de 4 años y ella es la que tiene la custodia de ese nene. Todo pasa por una razón y vamos a seguir hacia adelante haciendo muchas cosas, por mucha gente”, afirmó.

Recientemente, Díaz celebró seis años de haber recibido el trasplante, mientras recalcó su agradecimiento por el obsequio que le permite ver la vida una vez más.

Para información sobre cómo registrarse para donación de órganos, pase por la tiendita de la organización en San Patricio Plaza, o acceder a fundacionstefano.org.