Así como los niños Montessori aprenden a convertir una crisis en una oportunidad, el Instituto Nueva Escuela (INE) lucha con vasta esperanza para continuar el proyecto en la Isla.

El INE, dedicado a fortalecer el sistema de educación pública a través de la metodología Montessori, se ha visto afectado ante el deplorable estatus económico del país, recurriendo a múltiples esfuerzos para mantener vivo el currículo.

Como muchas otras organizaciones sin fines de lucro, el INE ha sufrido grandes recortes en asignación de fondos gubernamentales, perjudicando el suplido de materiales didácticos para habilitar salones de clases, y poniendo en la cuerda floja a los 183 asistentes certificados que participan en el proyecto.

“El INE logró montar los salones de la mayoría de las escuelas públicas con los fondos que recibía. Ahora mismo los planteles que vayan a entrar al programa van a tener que identificar otros fondos para poder ambientar los salones. A los directores de escuelas se nos hace difícil conseguir los materiales con el presupuesto del Departamento de Educación, además, en Puerto Rico hay pocos lugares para obtenerlos, hay que buscarlos fuera”, explicó Rosa Recondo, quien es directora de la escuela elemental Luis Lloréns Torres que ubica en el residencial de San Juan.

La situación se complica cuando se trata de los asistentes que contrata el INE para reforzar el currículo Montessori que instruye a 3,784 alumnos del país. 

“INE certifica y emplea como asistentes a madres y padres de las comunidades donde están nuestras escuelas, porque la metodología requiere que hayan dos adultos. Esos padres que estaban desempleados o quizás no terminaron un bachillerato ahora tienen un salario digno y un certificado de asistente Montessori. Lamentablemente, con la reducción de fondos todo lo que es nómina y el coaching que se da directo a las escuelas se puede ver afectado”, señaló la asistente de la directora ejecutiva de INE, Suzette Quirós Alfonzo.

A diferencia del currículo regular que se divide por grados, Montessori ofrece el pan de la enseñanza en multigrados, siendo esta la clave para lograr cero incidencias en fracasos académicos. 

Los niños comienzan en Infantes y Andarines (de dos meses a tres años), luego pasan a la Casa de Niños de (de tres a seis años), y después a Taller 1 (de seis a nueve años). Entonces, los más grandes pasan a Taller 2 (de nueve a 12 años). Ya adolescentes entran a Secundaria 1 (de 12 a 15 años) y finalizan en Secundaria 2 (de 15 a 18 años).

Ola de bondad

Empleados del INE y las 49 escuelas Montessori han donado hasta 20 por ciento de sus salarios y un sinnúmero de horas de trabajo voluntario para sostener el programa, incluso, se unieron a la plataforma digital AntRocket, donde establecieron la meta de reunir 400,000 dólares para el 8 de agosto de este año.

“Hemos hecho actividades de recaudación de fondos para que nadie se quede fuera, pero con todo lo que hemos hecho el proyecto está en peligro... Invitamos al público puertorriqueño a invertir en la educación de Puerto Rico”, concretó Quirós Alfonzo.

Las donaciones se realizan a través de http://www.antrocket.com/es/ine. Para más información sobre el Instituto Nueva Escuela, entre a www.inepr.com o escriba a info@inepr.com.