El único acuerdo tentativo de reestructuración de la deuda que Puerto Rico ha logrado después de dos años de negociaciones está en riesgo, tras la decisión de un consejo federal de control de apoyar el intento de las autoridades puertorriqueñas de modificar el trato con los tenedores de bonos.

Muchos creen que los cambios del acuerdo podrían implicar un recorte mucho mayor para quienes compraron bonos emitidos por una compañía pública de electricidad que tiene una deuda de 9,000 millones de dólares.

El gobernador Ricardo Rosselló dijo el miércoles durante una audiencia con el Congreso de Estados Unidos que el acuerdo logrado por el gobierno anterior no exige concesiones importantes de ciertos acreedores y podría afectar la capacidad de la compañía de servicios públicos de actualizar su anticuada infraestructura y ofrecer tarifas más económicas.

Un grupo de tenedores de bonos advirtió que el acuerdo podría venirse abajo, lo que deja a la compañía ante una crisis de ingresos o un aumento en sus tarifas.