Yauco. Ayer, la residencia de la familia Ruiz en el sector Naranjo se convirtió en un lugar lleno de alegría ante la sorpresiva aparición de su sobrina Georgina de Jesús, quien estuvo secuestrada por 10 años en una vivienda que quedaba a unas escasas 10 millas de distancia de donde vivía con sus padres.

Para su primo Heriberto Ruiz, el acontecimiento fue tan inesperado que aún intentan asimilar lo sucedido.

“Cuando me llamaron para decir que la habían encontrado, fue una mezcla de felicidad y llanto a la vez”, comentó el primo, quien dijo que escuchar la noticia le causó un shock.

Este recordó que Nancy de Jesús, madre de “Gina” –como le llaman a la mujer rescatada–, nunca perdió la fe de que esta apareciera con vida y hasta mantenía en su hogar un altar donde cada 2 de abril rememoraba la tragedia que tocó a su familia, arrebatándole a su hija menor.

“Siempre que visitaba a mi prima Nancy, me decía que esperaba a que su hija regresara”, sostuvo Ruiz.

Asimismo, mencionó que la larga y agonizante espera y la fortaleza de esa madre valieron la pena, y el lunes tuvo su recompensa: volver a tener a su hija entre sus brazos.

Sobre el insólito caso, este recordó que la adolescente habló con su madre por última vez justo después de que la llamara para pedirle permiso para irse a la casa de una amiga, pero que su madre no se lo permitió y le dijo que regresara a la casa en la guagua escolar.

Acerca de los tres hombres arrestados, que curiosamente son de familia yaucana, manifestó que no conoce ni a su familia en el Pueblo del Café ni a los tres secuestradores.

Solo recordó que en una ocasión conoció a un tío que es dueño de una bodega donde venden alimentos, localizada en el barrio donde vive su prima.

“Fueron 10 años bien difíciles para ella, ahora será un proceso psicológico largo para que se recupere”, comentó Ruiz.

Añadió que le choca saber que los responsables son puertorriqueños, que conocían a su familia y el dolor que pasaban tras la pérdida de su hija.

Por su parte, Joesling Ruiz, prima de la madre, manifestó su emoción al enterarse de que Gina estaba viva. “Dios estuvo con ella, el corazón de madre nunca le falló”, expresó la prima.

Heriberto, quien ansía poder hablar con su prima pronto, destacó que ya tiene planes para visitarla este verano.

La policía no dio detalles de inmediato sobre el hallazgo de las mujeres pero dijo que parecía que estaban en buen estado de salud.