La mayoría de los cerca de 30,000 habitantes de las siete secciones de Levittown, en Toa Baja, no tienen idea de qué hacer si avisan un tsunami en la costa norte de Puerto Rico.

En una visita que realizara este diario a las zonas que el nuevo mapa de la Red Sísmica de Puerto Rico y el Centro de Tsunami del Caribe reconocen como vulnerables, eran evidentes el temor y la desinformación entre los vecinos.

El militar Genaro Jerry Camacho, sin embargo, es parte de los pocos que sí tienen un plan listo establecido en su casa. Su entrenamiento en la milicia y el haber vivido la fuerza de la naturaleza en el terremoto de Loma Prieta, California, en 1989, lo tienen siempre en alerta.

“La gran noción de los militares es pensando en planes. Esto (de un tsunami) lo había requepensado. Yo tengo esto medido. De la playa a aquí (la casa), hay una milla. Yo puedo ir viendo el crecimiento del mar e ir subiendo por niveles”, explicó el hombre que vive en la sexta sección desde 2004.

Él sabe también que de la calle al techo de su casa, de dos pisos, hay más de 20 pies y tiene determinada su ruta de escape y la de su familia. Además, tiene una caja preparada con todo lo necesario para sobrevivir en caso de una emergencia.

“Hay una puerta que salimos al techo del garaje y si la cosa se pone fea, subimos con unas escaleras al otro techo”, añadió.

“Si sigue subiendo el agua, inflo una balsa”, aseguró quien está dispuesto a orientar a sus vecinos para que se preparen.

Alba Pérez, quien reside al cruzar la calle, lleva más de 30 años viviendo en Levittown y la única opción que ve ante el nuevo mapa es mudarse.

“No tengo ningún plan ni tengo conocimiento de eso. Necesitaría más información, pero ¿qué se puede hacer en una situación como esa? Mudarte, pero Puerto Rico es tan pequeño”, dijo quien no salía de su asombro al conocer que vivía en zona de riesgo.

María Osorio y Ana María Cruz, de la segunda sección, sabían hasta cierto punto que estaban cerca de la zona, pues dijeron haber visto los letreros de desalojo de tsunami.

“De eso estábamos hablando, de que por las noches está haciendo un ruido que viene del mar. Si ocurre uno, me voy con mi hija para Río Hondo”, explicó María Osorio. Pero, al conocer que esta zona también estaría en el área de inundación, dijo estar temerosa.

“Eso está peligroso. ¡Ay, Dios mío!”, exclamó.

Ana María también confesó que, aunque vive a tres bloques del mar, no tiene ningún plan y no sabría qué hacer. Sin embargo, dijo que ha escuchado la alarma de tsunami cuando hacen los simulacros en el municipio, que fue el primero en la zona metro en convertirse en Tsunami Ready, acreditación que otorga la National Oceanic and Atmospheric Administration y el Servicio Nacional de Meteorología.

A otro residente, que no quiso identificarse, le preocupó la nueva información, pero porque entiende que ahora tendrá que pagar un seguro de inundación para su casa.

El último tsunami registrado en Puerto Rico fue en 1946. Tuvo solo unos pies de altura y no causó estragos en el país.

El más dañino fue el de 1918 en el oeste.