Cada vez que se cierne la amenaza de un aumento de la tarifa  de energía eléctrica, afloran las inequidades de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que privilegian a iglesias, hoteles y municipios con millonarios subsidios y que no le interrumpen la luz a las agencias morosas, esto mientras al abonado  común, si se atrasa, lo dejan a oscuras.

“Eso no se puede descartar ante el cuadro que tenemos. Hay que mirarlo todo”, dijo el director de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Juan Alicea, con referencia a un posible aumento, tras confrontar la situación de  que  no había dinero  para compra  de combustible.

Alicea no precisó si “mirarlo todo” incluye mirar  los  más de $280 millones, que al 2012 le adeudaban  las  85 agencias estatales, las 65 corporaciones públicas, las 57 agencias federales y los 12 consorcios.

Son los municipios los que  más  desangran las menguadas arcas de la AEE, con un consumo de luz  de cerca de $285.2 millones.

De otra parte, los abonados  “de a pie” a los que le cargan en sus facturas el incomprensible ajuste por combustible, descrito como  el zafacón que recoge todo lo que la Autoridad no recobra, pasándoselo  al consumidor.   

Fue así que cobró  los $365.2 millones en subsidios, a través de las fórmulas de ajuste por compra de combustible y energía incluidas en la factura de luz, dinero que usa, según se  ha denunciado, para subsidiar a los municipios.

¿Cómo solucionar el problema?

Una de las respuestas apunta a la eliminación de los subsidios.

Evans Castro, presidente de la Unión de Empleados Profesionales Independientes  (UEPI) de la AEE, indicó que para mejorar el flujo de efectivo de las   agencias del   Gobierno Central y corporaciones públicas, deben de pagar el consumo de electricidad mensual, al igual que  las deudas que  tienen con la Autoridad.

“El problema  es que subsidiamos a algunos sectores  y lo pagamos los abonados. Si le quiero dar un subsidio a los envejecientes,  no lo tiene que dar la AEE, sino el Gobierno, las  procuradurías y las diversas entidades que pertenecen al Gobierno central y que no se afecte  el abonado por este tipo de subsidio”, acotó.

Todo el resto de los subsidios, indicó Castro,  se deben de eliminar. En vez de estar dándole un subsidio de 100 por ciento del consumo  de electricidad a los municipios, la autoridad debería pagar contribuciones  como cualquier otra corporación.

De otro lado, el líder sindical señaló  que a pesar de la existencia  de la Ley 233, que dispone que  aquellas estructuras con fines de lucro,   cuyo contador de electricidad está a nombre de los municipios,  tienen que  pagar electricidad, eso no sucede. “Los  municipios  no cumplen con esta ley”, dijo.

Por ejemplo, tal es el caso del parque de diversión Las  cascadas, la  pista de hielo, y la bolera, todas en Aguadilla. Incluye también  a los Centros de Bellas Artes de los diferentes municipios, los museos   y otras instalaciones con fines de lucro,  que  los municipios rentan y operan.

“Uno no entra de gratis  a esos sitiso y no pagan electricidad. Esa electricidad la pagan los abonados”, recalcó.

Tienen fondos federales para pagar, pero…

Asimismo, Castro llamó la atención a que  hay entidades dentro de los municipios, que reciben fondos federales  para pagar los servicios básicos de agua y luz, como  son los centros de cuido de niños y Head Star; sin embargo, a pesar de que reciben esos fondos federales, destinados a ese pago, los municipios no lo acreditan, aseveró. “A parte de  que  no pagan electricidad, se quedan con el dinero, dándole otro usos, que no es el que se supone. Tengo entendido, que pasa lo mismo en Vivienda”, acotó.

La Ley de Reforma Energética, que firmó el gobernador Alejandro García Padilla,  elimina  la Ley 233 y también la  Ley 239, que obliga a las agencias de Gobierno bajo la Oficina de Presupuesto y Gerencia (OGP),  a pagar  todos los meses la  electricidad. Por eso, dijo, “se debe legislar para  sustituir la 239 y crearse  otra ley que obligue a todas las agencias del Gobierno  y a todas las  corporaciones públicas a pagar la electricidad, mensual”, indicó.

El presidente de la UEPI dijo “que le llegó información de que el Gobierno había hecho el compromiso de abonar a la deuda millonaria que tiene con la Autoridad y de ahí  poder atender lo que tiene que ver con el combustible y que al  no cumplir con la Autoridad,  afectó  los compromisos económicos relacionados con el  suplido de combustible”.

“Hace dos semanas  que iban a abonar y no lo hicieron. Se había hecho un compromiso de pago  con el suplidor, que le dijo:' Yo no te puedo seguir fiando'. Eso hubiese evitado usar la línea de crédito para comprar combustible”, aseveró.

¿Y las iglesias?

En el caso de las iglesias, Castro dijo que estas cumplen un fin social y entiendo que ayudan en la calidad de vida, por lo que el Gobierno se beneficia de esto. Debería ser el Gobierno  el que dé ese subsidio. El subsidio a la iglesia y otras entidades es mínimo. La suma de todo es lo que lo hace grande.

“No puede ser que nosotros seamos los que paguemos el subsidio.  Si el Gobierno quiere dar  subsidio, que lo dé directamente. Sería más fácil reducir el costo  de electricidad  de esa manera porque el Gobierno, aun cuando es el  mayor cliente de consumo  de electricidad,   rondando los  cerca $500 millones al año, es el cliente más moroso y el que peor paga”, puntualizó.

Por último, indicó que el problema de la AEE es del mal manejo del flujo de efectivo y las cuentas por cobrar, como en el caso de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), que  consume   cerca de $17 millones  en electricidad y se le da un subsidio hasta de $500 millones al año, que lo pagamos los abonados.

“Nunca nos pagan lo que consumen. Lo que hacen es abonando y la deuda continúa en ascenso. No podemos olvidar que  en la factura,  pagamos  cientos de millones de dólares por hurto de electricidad”, destacó.