Un recorrido de Primera Hora por zonas de Aibonito, Aguas Buenas, Cidra y Comerío evidenció que a más de dos semanas del paso del huracán María por el País, gasolineras en zonas rurales carecen todavía de suplido regular de combustible y, para que llegue, sus dueños tienen que visitar los centros de distribución.

Solo dos de ocho estaciones visitadas ayer tenían abastos, y entre las que no tenían, al menos una no ha recibido combustible desde antes del azote del ciclón.

Cerca de los límites entre Guaynabo y Aguas Buenas, en el sector Jagüeyes, una gasolinera Total permanece cerrada, parece abandonada. El paso de camiones por la carretera PR-173 que da paso de la urbe al campo es difícil, quizá imposible para ellos. En el barrio Rabanal de Cidra, la misma carretera ha provisto paso a pocos camiones de otras marcas de gasolina, pero los de esa empresa tampoco han llegado.

“Yo podría operar, estoy esperando la entrega porque el camión no puede subir para acá arriba. Un chofer dijo que la carretera estaba intransitable (para su camión). El vendedor lo que me ha dicho es que la gasolina está, pero no se la han querido despachar”, indicó Ángel López Rodríguez, de La Cumbre Service Station.

“Todavía en Comerío hay que hacer fila. ¡Allá eso está demasia’o!”, dijo, por su parte, Enrique Rosario, quien transitaba entre Aguas Buenas y ese pueblo. “En Comerío los garajes de gasolina no están funcionando, es que todavía hay muchas carreteras que no se pueden transitar. ¿Y bancos abiertos? Ninguno”, aseguró.

Estaciones de marcas como Puma y Shell que sí han recibido despacho de combustible dos o más veces desde el paso de María, ayer tampoco tenían el producto disponible. Sus dependientes explicaron que las veces que han recibido es porque los dueños van o se comunican directamente a los centros de distribución. Aun así, a veces esperan hasta tres días para que vuelvan.

En el Puma Tres de Rabanal Charlyn Herríquez explicó que recibieron el lunes, se agotó miércoles y desde entonces esperan.

“El problema ha sido la comunicación. Tenemos que ir a Caguas para llamar y llegan al otro día”, contó por separado Ahmad Hameed, cuya familia es dueña de las estaciones Puma Dos y Ecomaxx Pueblo en Cidra.

Patricia Quiñones, de Route 173, una gasolinera independiente cerca de los límites entre Cidra, Comerío y Aguas Buenas, describió un cuadro similar. “Estábamos sin gasolina desde el martes (día en que comenzaron efectos del huracán María) y no quisieron despacharnos (desde Cabo Rojo Gas). Mis jefes fueron hasta Peñuelas (luego del ciclón) y le despacharon de Ecomaxx. Luego los dos han venido”, dijo.