La incertidumbre y desolación que dejó el huracán María cuando atravesó la isla hace dos meses sigue arropando los comercios del Paseo de Diego en Río Piedras, donde muchos establecimientos ni siquiera han podido reabrir, otros han tenido que cerrar y algunos se las ingenian, sin electricidad, con superespeciales y ventas al pasillo.

Algunos de las tiendas se preparaban ayer para ofrecer rebajas adicionales en la Venta del Madrugador del viernes, en un intento por recobrar la clientela que en años pasados abarrotaba el casco ríopedrense en busca de comprar barato.

Los negocios abiertos operaban ayer en penumbras y solo un puñado funcionaba con generadores eléctricos, observó Primera Hora en un recorrido por el sector, donde los comerciantes luchan a brazo partido por sobrevivir a la crisis.

“Gracias a Dios tengo una plantita y con eso me estoy resolviendo. Estamos subsistiendo y tratando de echar pa’lante”, dijo Ernesto Sánchez, propietario de la tienda de ropa y artículos del hogar, Vasconia.

“Cada vez que hay una temporada de movimiento la policía municipal se dedica a dar tickets y la policía estatal se mete debajo del puente de la entrada y hace bloqueos para carros hurtados. Eso no lo hacen en Plaza Las Américas, ni lo hacen en Plaza Carolina. Entonces, se ve la mala intención del gobierno que lo que quiere es que los pueblos desaparezcan, que el comerciante se mude a centros comerciales. No hay ayuda del gobierno para tratar de levantar el comercio en los pueblos”, sostuvo el comerciante.

¿Cuánto más podría aguantar su comercio en estas condiciones?, le preguntó Primera Hora.

“En cualquier momento uno cierra y se larga. Verdaderamente no hay quien aguante porque no ves ninguna ayuda para el pequeño comerciante. El pequeño comerciante está en peligro de extinción porque aquí han metido unas megatiendas que lo que hacen es dañar al pequeño comerciante”, dijo.

Sánchez, quien lleva más de 30 años en distintos puntos del casco de Río Piedras, indicó que ante la falta de electricidad tuvo que cerrar temporeramente, London City, otra de las tiendas de su propiedad y a Vasconia, la surtió con radios y linternas de baterías, estufas de gas y otros artículos de mayor demanda, tras el paso del ciclón.

“Para subsistir en Río Piedras lo número uno es vender barato porque el que viene a Río Piedras lo que viene buscando son especiales y siempre tenemos ventas especiales”, sostuvo Sánchez.

Aseguró que cuando regrese la luz, espera reabrir la tienda London City y volver a reclutar el personal que laboraba en el establecimiento. “Esperamos que todo esto vuelva a su paso”, expresó.

La gerente de la tienda Rainbow, Valerie Gutiérrez dijo por su parte, que la electricidad les llegó la semana pasada “pero viene y se va”. Indicó que con el vaivén de la luz, las ventas “se afectan”, aunque sostuvo que no han tenido que reducir personal.

Además de los bajos precios que ofrecen regularmente, ya que el negocio opera como un outlet, Gutiérrez anticipó que el viernes ofrecerán descuentos de un 20% adicional en toda la mercancía a partir de las 10:00 de la mañana.

Otro comerciante del Paseo, Maged Awad, de Magic Perfume describió como “bien difícil” la situación para los pequeños negocios. “Ya la gente no viene como antes (a comprar) a Río Piedras. Hace como tres años que la gente no viene a Río Piedras un Viernes Negro”, sostuvo el comerciante, natural de Jerusalem. 

Dora Tamayo, quien es copropietaria con su esposo, Carlos Estrada de Antonella’s, una tienda de ropa interior colombiana, relató que tuvieron que comprar un generador porque desde el huracán Irma “no tenemos luz”. 

“Lo que hicimos fue sacar una venta al pasillo que fue lo que hicieron muchos de los comerciantes por lo de la luz”, narró para agregar que la tienda está localizada en el Paseo de Río Piedras hace 18 años. “Lo que hicimos fue tratar de ayudar a la gente y sacar muy buenas liquidaciones en cosas que nosotros teníamos que vender y suplían las necesidades a la gente, como brasieres, panties y pantaloncillos”, sostuvo Tamayo. Detalló que los descuentos son de hasta 70 y 80%.

Para el viernes adelantó que la mercancía a precio regular tendrá algún descuento que determinarán de acuerdo a la cantidad de las piezas que tengan en almacén.

Mientras tanto, Empresarios por Puerto Rico, espera tener éxito con la campaña denominada “Venta Naranja” que arranca hoy y que busca incentivar las ventas en los comercios locales.

“Lo importante es que la gente identifique que donde está comprando sea un negocio de capital local, para que se nutra la economía del país y se puedan generar más empleos”, dijo Enid Monge, presidenta de la organización.

Monge sostuvo que muchos establecimientos “han podido levantarse”, pero el comercio pequeño es el que nos preocupa porque si sigue prolongándose (la crisis) cierra sus puertas y es el que tenemos que animar”.

Dijo que la campaña del miércoles Naranja, que se hace por segundo año, esta vez le pide al consumidor boricua que cuando compre un artículo “cómprate uno más y compártelo con esas comunidades que están aún con necesidades y están sufriendo”.