Las Unidades de Purificación de Agua de la Reserva del Ejército de Estados Unidos pueden convertir en potable el agua de ríos, mares, lagos y cualquier otro cuerpo que no esté contaminado con radiación.

El Club Lobinero de Quebradillas se convirtió desde hoy, jueves, en un centro donde se instaló una de estas unidades para realizar el proceso de purificación en el Lago Guajataca. Esta agua potable se está distribuyendo a las comunidades aledañas que carecen del líquido tras el azote del huracán María y la fisura que, a consecuencia, sufrió la represa de este importante embalse.

Un equipo de 15 puertorriqueños miembros de la Unidad 943 de Purificación de Agua de la Reserva del Ejército de Estados Unidos en Puerto Rico lleva a cabo esta labor desde el 23 de septiembre. 

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Primero, estuvo destacado en el Fuerte Buchanan en Guaynabo, sacando agua de un pequeño lago que hay adentro de la instalación. Desde el 28 del mismo mes trabajan en Quebradilllas. 

A la orilla del lago, contraria al lugar donde se encuentra la represa, se filtran diariamente apróximadamente 7,000 galones de agua. Esta cantidad es poco menos de la mitad de la capacidad de la instalación, que si contara con más contenedores para almacenar el líquido podría alcanzar los 20,000 galones al día.

El proceso para limpiar el agua se realiza de manera constante durante el día. Una manga succiona el líquido del embalse y ésta pasa a través de cinco filtros. Luego llega a uno de dos sacos de plástico con espacio para 3,000 galones cada uno. 

El especialista en medicina preventiva, Bryan González, es el encargado de certificar que el agua sea apta para el consumo. Esto significa que no puede contener metales pesados o contaminantes y que su nivel de cloro sea apropiado. Asimismo, de acuerdo a los estándares del Ejército, el PH debe ser de 7.0.

Miguel Luzunaris, sargento de operaciones de la Reserva del Ejército de Estados Unidos dijo que el agua se está entregando a los camiones cisterna de la Autoridad para el Manejo de Emergencias del municipio y a otras unidades del Ejército para que la distribuyan a los lugares donde se  necesita. Hasta ayer, se habían repartido apróximadamente 15,000 galones.

Además, en las afueras del Club Lobinero, ubicado en el barrio Guajataca, los militares mantienen un oasis donde de 8:00 a.m. a 6:00 p.m. cualquier persona puede llenar sus envases de agua lista para tomar.

Este fue el caso de Lizmary Nieves, residente del barrio Puerto en Camuy. La joven llegó con una decena de recipientes vacíos en el baúl de su carro y dos soldados se ocuparon de llenarlos.

"Cerca de donde vivimos hay un manantial para lavar, pero agua para tomar nos hace falta", sostuvo al indicar que en los negocios no se consigue el líquido. 

Luis Martínez, residente del barrio Guajataca, se enteró antier de la existencia del oasis a través de una guagua de sonido del municipio. Aunque él se preparó para el embate de María y todavía tiene agua potable, ayer fue a buscar para su compadre, quien no había podido conseguir.

"Estamos corriendo la voz, diciéndole a la gente. Hasta pusimos un letrero", dijo el especialista del Ejército, Dacabeon  Fuller, señalando un pedazo rectangular de cartón que leía "agua gratis".

Luzunaris sostuvo que la unidad que dirije estará destacada en Guajataca por tiempo indefinido para ayudar a aliviar la falta de agua en la zona.