El puertorriqueño Juan Meléndez, estuvo 17 años, 8 meses y 1 día encerrado injustamente esperando a ser ejecutado por un crimen que no cometió.

En el 2012, luego que se probara su inocencia en todos los cargos que se le imputaban, Juan volvió a ser un hombre libre físicamente pero atado a una lucha en contra de la erradicación de la pena capital. Lo hacía por él, por ellos y por los próximos.  

“Lo más duro para mí era cuando ejecutaban a una persona... yo aprendía a amarlo y un día lo sacaban de esa celda y yo sabía lo que iba a pasar, lo iban a ejecutar y yo no podía pararlo”, señaló.

Hoy, a 12 años de su liberación, Juan ha recorrido innumerables destinos llevando un mensaje de paz y en contra de la pena capital. Desde entonces, en seis estados se ha abolido la ejecución: Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut, Nuevo México, Illinois y  Maryland.

Meléndez, quien se crió en el Municipio de Maunabo pero reside en Nuevo México, está en la Isla como invitado de la Comisión de Derechos Civiles (CDC), organismo gubernamental que vela por los derechos de todos los que viven en Puerto Rico. 

Según explicó el director de la CDC, Ever Padilla Ruiz, la invitación a Meléndez surge como parte de su rol como defensor de los derechos civiles en el marco de la celebración de la Convención Anual de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, que se llevará a cabo a partir de hoy en la Isla.

Las actividades darán comienzo con la presentación del documental Juan Meléndez 6446 del productor puertorriqueño Luis Rosario Albert y en el mismo se presenta la historia de Juan, la cual la puedes escuchar a través de su voz, la de su madre, amigos y abogados. Aunque el documental se ha presentado en diversos festivales, es la primera vez que se verá en la Isla en presencia de su protagonista.

“El tema de la pena de muerte tiene mucha controversia dada nuestra situación y realidad política, porque nosotros aunque como país y como nación rechazamos la pena de muerte porque así lo hicimos constar en la Constitución del 52, las leyes federales permiten la pena de muerte en nuestra jurisdicción”, señaló Padilla Ruiz al abordar el tema de la necesidad de continuar con un proceso de educación al pueblo a pesar de los avances que ha habido.

 “Su testimonio nos ayudará en nuestra lucha por  concientizar a todos los ciudadanos sobre la importancia de retomar la discusión de los valores para que puedan mirar la vida con respeto”, explicó.

Aunque en Puerto Rico, la pena de muerte está prohibida, los puertorriqueños pueden ser sentenciados a nivel federal debido al “Death Penalty Act de 1994”.   Desde su implementación, hace 20 años,  hasta el día de hoy 9 puertorriqueños han sido acusados con casos certificados para ser considerada la pena de muerte.  Estadísticas del 2010-2013 demuestran que estos casos que le han costado al Gobierno Federal local cerca de $7.4 millones.  

“Sin duda alguna, la pena de muerte es un acto sumamente violento, de pura venganza.  Lejos de proveer sanación a la sociedad y abonar al principio de rehabilitación, provoca efectos ultra nocivos.  Los esfuerzos para erradicar la pena de muerte no se pueden amilanar y  Juan Meléndez, en eso, nos puede ayudar mucho”, aseguró el funcionario público tras aceptar que aunque “nuestra Carta de Derechos prohíbe la pena de muerte expresamente”, en la Isla este tema todavía genera mucha controversia y discusión.

La presentación de la pieza será hoy,  viernes, en Cine Ballajá en el Viejo San Juan.