La exención a Ley Jones, de 1920, que concedió el gobierno federal a Puerto Rico por 10 días, no tuvo ningún impacto puesto que no se recibieron embarcaciones extranjeras en la Isla producto de esa concesión.

“De acuerdo con la información que me había provisto la Asociación de Navieros -porque ellos recogen a todos los navieros de Puerto Rico- no recibieron ninguna embarcación adicional por motivo de la exención. Vale la pena aclarar que nosotros recibimos embarcaciones internacionales, lo único que no recibimos embarcaciones internacionales luego de que hayan parado en puertos norteamericanos, que es lo que la Ley Jones requiere”, dijo el director ejecutivo de la Autoridad de los Puertos, Omar Marrero.  

La exención culminó el pasado sábado y fue solicitada por el gobernador Ricardo Rosselló tras el azote del huracán María porque deseaba tener todas las alternativas que hubiese a su alcance para trabajar con la emergencia.

Suponía que, por 10 días, Puerto Rico podía transportar sus productos desde Estados Unidos en barcos extranjeros, lo que, en teoría, hubiese representado un alivio para mayoristas e importadores.

Entonces, ¿para se solicitó la dispensa?, preguntó este diario.

“El gobernador fue enfático en señalar que nosotros queríamos tener todas las herramientas disponibles. De la misma manera que lo hizo Florida y Texas que consideraron esa acción (la exención)”, contestó Marrero.

Las normas de cabotaje requieren que el transporte de productos entre Puerto Rico y los estados de Estados Unidos se haga en barcos de fabricación, propiedad y tripulación estadounidenses. La Marina mercante estadounidense es la más cara del mundo, lo que, argumentan los importadores, eleva los precios de los productos en Puerto Rico.

En septiembre pasado, el gobierno federal suspendió las Leyes de Cabotaje durante dos semanas para permitir el abastecimiento de petróleo en el Golfo de México tras el paso de los huracanes Harvey e Irma, que provocaron inundaciones y causaron fuertes vientos en los estados de Texas, Florida y Luisiana.

Homeland Security ha indicado que no hace falta levantar las Leyes de Cabotaje.

“Hay personas que las favorece y otras que nos las favorecen. Todo va a depender. Creo que al final del día se trata de si la demanda en Puerto Rico está debidamente servida. Yo entiendo que sí”, aseveró Marrero.