El resultado inmediato superó las expectativas de los médicos, quienes esperaban que la joven de 20 años pudiera lograr una apertura de su mandíbula de entre 30 y 35 milímetros en las próximas semanas, pues luego de cuatro años sin usar los músculos de la zona era muy probable que el movimiento le resultara difícil. “Pero fue bien impresionante porque tan pronto despertó, su primera reacción fue abrir la boca y comenzar a llorar de felicidad”, contó a este diario el doctor Edwin González Montoya, jefe de residentes del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial de Centro Médico.

“‘Es que ya puedo abrir la boca’ fue lo que dijo”, recordó González Montoya con la satisfacción de haber conquistado en un día una meta que el equipo médico consideraba alcanzable en un mes.

La cirugía era una operación compleja para la que los médicos habían contemplado varios escenarios hipotéticos, como el que tuvieran que transfundirle sangre si perdía demasiada o realizarle una traqueotomía si algo fallaba en el proceso de la anestesia que se hizo de manera especial insertando fibra óptica a través de su nariz. 

Ante la notoria recuperación que la paciente ha demostrado en tan poco tiempo, se ha adelantado para hoy, sábado, su alta, que estaba programada para mañana, domingo. 

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Durante las próximas semanas, recibirá terapias para mantener la apertura lograda y retomar la cotidianidad perdida durante los pasados años.