Incertidumbre es lo que reina en decenas de hogares en el pueblo bautizado como la Capital del Güiro, tras cumplir cinco meses sin electricidad.

Mientras, las esperanzas de los peñolanos de tener luz parecen esfumarse con el retiro de las brigadas que laboraban en barrios y sectores montañosos del municipio.

Líderes comunitarios denunciaron que la falta de energía eléctrica también mantiene a muchos de los sectores sin servicio de agua potable.

El alcalde Walter Torres Maldonado, afiliado al Partido Popular Democrático (PPD), denunció que las brigadas de la compañía estadounidense Duke Energy, que laboraban en los barrios Jaguas, Korea y Barreal fueron removidas sin explicación y sin haber terminado los trabajos de reconexión de la cablería.

Planteó que la responsabilidad por el traslado de las brigadas es de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), aunque ellas hagan las labores bajo la supervision del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos.

“Fue la Autoridad la que contrató al Cuerpo de Ingenieros porque ellos no podían hacer los trabajos. Lo que queremos es que si empiezan un trabajo, lo terminen. No permitían que nosotros contratáramos a nadie”, dijo Torres Maldonado.

“Son cinco meses sin luz. Hay mucha gente mayor y gente enferma con necesidades apremiantes”, subrayó Torres Maldonado.

Asimismo, Andrés González Colón, portavoz de la Asociación de Residentes del barrio Jaguas, sostuvo que “el problema mayor es la falta de información” sobre los trabajos de mejoramiento en el sistema energético. 

El líder comunitario indicó que entre los barrios Jaguas y Barreal hay unos 811 abonados de la AEE, que siguen a oscuras, muchos desde el 18 de septiembre, dos días antes del embate del huracán María.

González Colón añadió que de los siete camiones de Duke Energy que pasaban a diario por el barrio, “supuestamente sólo dos estaban trabajando porque estaban cortos de materiales y eso fue por ocho días consecutivos”.

Agregó que la planta de agua potable, que sirve a parte del barrio Jaguas, opera con generadores de electricidad y “a veces se apaga por falta de diésel”.

En el sector Hoya Llanita en el barrio Quebrada Ceiba, otras 300 personas siguen sin luz y con servicio agua potable solo de forma intermitente, mientras aseguran que las brigadas de la AEE no se han asomado por la comunidad. 

“Definitivamente somos un sector olvidado” expresó Pedro Valcárcel Márquez, uno de los portavoces de la comunidad Hoya Llanita.

Valcárcel Márquez señaló que solo “hace falta la instalación de seis postes y tres transformadores que todavía están en el suelo”.

El dirigente comunitario destacó que la mayoría de los residentes del sector son personas de mayor edad, retirados y algunos incapacitados.

Para suplir el agua potable, Valcárcel Márquez explicó que la comunidad depende de un manantial que, a consecuencia del azote del huracán María, quedó sepultado por derrumbes de piedra y tierra. 

“Los vecinos que están con mejor salud fueron los que abrieron camino para el paso de vehículos”, destacó.

Valcárcel Márquez hizo énfasis en que no fue hasta hace unos días que se comenzó a remover los escombros, pero que la compañía encargada de la remoción del material vegetativo “ha dejado troncos de árboles y ramas que obstaculizan el paso vehicular”.