El poliestireno expandido (foam) no es biodegradable, por lo que este producto que desechamos a diario en bandejas de carnes, vasos, platos, y neveritas de playa, puede provocar la muerte de especies de agua dulce y salada, algunas en peligro de extinción, si no se dispone de forma adecuada.

Además, el uso de este material aumenta la acumulación de basura en nuestros vertederos, muchos de ellos tepe a tepe, y aunque en teoría, el foam es reciclable, el mercado ahora mismo “es muy limitado”. 

Esos argumentos fueron esbozados ayer a favor del Proyecto del Senado 472, que busca prohibir la venta o despacho de comidas o bebidas en envases desechables de poliestireno expandido, un material muy común en nuestro uso diario, por ejemplo en las mañanas, cuando compramos un café o un desayuno.

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En una vista pública en el Senado, tanto la Junta de Calidad Ambiental (JCA) como el Departamento de Recur-sos Naturales y Ambientales (DRNA), se expresaron a favor de la medida del senador independentista, Juan Dalmau, que también impulsa el uso de productos desechables reciclables. 

“Los envases y contenedores listos para el consumo hechos por poliestireno no son biodegradables, por lo que no se descomponen con el tiempo en el ambiente natural”, dijo Elizabeth Pitino, quien representó a la directora ejecutiva de la JCA, Tania Vázquez Rivera.

Pitino indicó que para la manufactura de estos envases se requiere el uso de recursos no renovables, como el petróleo, gas y carbón. Además, sostuvo que la disposición inadecuada de éstos causa graves daños ambientales cuando ingresan a los ecosistemas marinos y contaminan las aguas.

La funcionaria indicó que el poliestireno se dispersa fácilmente con el viento y se mantiene a flote en cuerpos de agua. “Es un material frágil y puede desmoronarse en pedazos pequeños, los cuales pueden ser ingeridos por especies terrestre y marinas”, detalló Pitino.

Otra funcionaria, Anibel Peterson, quien representó al DRNA en la vista pública, advirtió que estos productos al llegar a nuestras playas son ingeridos por las especies marinas, muchas de ellas en peligro de extinción como el tinglar, el peje blanco y el carey, así como aves.

“Estos animales no tienen la capacidad de digerir este material sintético, por lo que se mantiene en su estómago provocando la falsa sensación de haber comido, ocasionando que mueran por inanición”, explicó Perterson.

Dijo que el proyecto establece que la prohibición del despacho de alimentos y bebidas en envases hechos de poliestireno expandido sea prospectiva para que las empresas que utilizan estos productos puedan hacer una transición “progresiva y responsable hacia la utilización de productos desechables que puedan ser reciclados”.

Añadió que el DRNA también favorece una campaña masiva para dar a conocer la prohibición, de convertirse en ley.

Peterson sostuvo que la prohibición que busca la iniciativa legislativa ha sido adoptada en muchos estados de Estados Unidos y ciudades en el mundo para reducir la contaminación.

Pitino dijo, por su parte, que a pesar de ser un material económico, el “foam” cada vez, encuentra más prohibiciones en Estados Unidos. Enumeró que jurisdicciones como California, New York, Washington D.C., San Francisco, Minneapolis y Oregon han establecido ordenanzas y leyes estatales que prohíben el uso de este material sintético para empacar comida.

“Nuestro personal técnico está disponible para aunar esfuerzos con otras agencias en la fiscalización de este asunto”, dijo Pitino para agregar que retirar el poliestireno expandido del flujo de residuos ayuda con el problema de disposición de desperdicios sólidos en Puerto Rico y beneficia a las comunidades que albergan los vertederos donde se acumula la basura de los municipios. 

Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Salud Ambiental y Recursos Naturales, Carlos Rodríguez Mateo, quien presidió la vista, así como el senador popular Cirilo Tirado, indicaron que se unirán como coautores de la pieza legislativa.

Los senadores dijeron, además, que podrían impulsar enmiendas a la medida para incluir en la prohibición las neveritas de “foam” y empaques en este material.

Tirado, quien tiene un bachillerato en ingeniería ambiental, dijo que el “foam” no se recicla y si se quema emite más contaminantes que el plástico.

El senador sostuvo que el cuatrienio pasado, la Cámara aprobó una medida que prohibía el uso de neveritas de este material, pero se quedó engavetada en el Senado.

“Si queremos promover más el uso del material reciclado, ésta es una buena medida. Le quita carga a los vertederos”, sostuvo Rodríguez Mateo.

El legislador indicó que otras agencias, como la Autoridad de Desperdicios Sólidos, el Departamento de Asuntos del Consumidor y la Compañía de Desarrollo Industrial, pidieron prórroga para enviar ponencias escritas, así como, el Centro Unido de Detallistas.

Rodríguez Mateo añadió que la medida legislativa podría estar lista para considerarse en el pleno del Senado, en la próxima sesión ordinaria, que inicia en agosto.