La secretaria de Salud, Ana Ríus, se reunió con los perinatólogos del País para que determinar en qué momento reportar casos de  bebés que presenten deformaciones o condiciones posiblemente asociadas al zika.

Ríus afirmó que algunos casos deben reportarse en 24 horas, otros en una semana y algunos nunca.

El doctor Alberto de la Vega, director de la Unidad de Evaluación Prenatal del Hospital Universitario, mencionó el pasado viernes que estaban pendiente a los casos de  “dos mujeres embarazadas que sus bebés presentaban defectos cerebrales severos”.

Ríus confirmó ayer que una de las féminas perdió su embarazo el lunes, con 21 semanas de gestación.Sobre la otra paciente, dijo que desconoce si ha pensado terminar su embarazo. 

En cuanto al caso de una embarazada con 37 semanas de gestación y que la semana pasada se creía tenía microcefalia, Ríus destacó que “salió negativo el resultado al zika”. 

Sin embargo, la criatura  “nació y murió por otras condiciones".

El viernes pasado, El Nuevo Día informó sobre nueve fetos de madres contagiadas con zika en los que se había encontrado alguna complicación de salud, incluyendo daño cerebral y problemas de crecimiento.

La titular de Salud, mientras, declaró que al presente han nacido 129 bebés de 1,290 embarazadas que han sido confirmadas con zika, y “ninguno, al momento, presenta ningún síntoma anormal en su desarrollo cerebral”.

“Obviamente esto no nos quita la preocupación de que el zika es afectuoso hacia el sistema nervioso, tanto del bebé que está por nacer como de los adultos”, sostuvo.

Mientras, reconoció que “estamos presentando mucha preocupación hacia esos bebés que están por nacer y nos olvidamos que hay una población adulta con Guillain Barré que está creciendo y afecta el tejido nervioso”.

El lunes Ríus se reunió con galenos entre los que figuró el presidente del Colegio Médico, Víctor Ramos. 

Explicó que  habrá más reuniones con los galenos “porque todas las guías y protocolos  con los que se trabajan van cambiando”.

“En la medida en que nosotros vamos conociendo de una enfermedad que es nueva, tanto para ellos como para nosotros, nos quedamos en reunir una vez al mes para hacer uniforme todas las guías y políticas que vayan cambiando”, insistió.

Sobre las enmiendas a la Orden Administrativa 302, que hace obligatorio reportar  defectos congénitos al Departamento de Salud, Ríus dijo que se le van a dar unas guías a los perinatólogos de cuáles son esos defectos, porque “no todos  están asociados al zika”.

Esas guías servirán a los especialistas para que sepan qué es lo “que tienen que reportar en 24 horas, en una semana o simplemente no reportar”.

Estimó que ahora quedó claro que en un periodo de 24 horas se reportará una mamá con zika, si por “ejemplo, (surge) que el médico encuentre que el sonograma presenta algún defecto de cualquier naturaleza”.

Mientras, en caso de observar en un sonograma “que el bebé presente cualquier hallazgo o cualquier anormalidad y la mamá no tenga la prueba de zika o la tenga negativa, tiene que reportarlo en una semana” al Departamento de Salud, agregó.

Por otro lado, la agencia de salud federal encargada de manejar las medidas contra el zika anunció ayer que está sin fondos para continuar su labor. 

La denuncia se interpreta como una nueva llamada al Congreso para que apruebe la partida pendiente a su vuelta del receso estival, dijo la Agencia EFE.

“Básicamente, estamos sin dinero”, dijo el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Tom Frieden.

Este es el reclamo más urgente que lanzan los CDC desde que en febrero pidieran al Congreso aprobar la totalidad o  parte de los $1,900 millones pedidos por  Barack Obama.