Cabo Rojo. La fina costura de Santos “El Negro” Ortiz se pasea por los pasillos de la Corte Suprema de los Estados Unidos. 

El delirio  por las togas  de Cabo Rojo contagió a   Kagan, luego que una de sus secretarias se fijó en  la túnica que llevaba puesta en el estrado la jueza Sotomayor. “Cuando (Kagan) vio la toga dijo: ‘yo quiero una’”, relató Ortiz, quien detalló que el año pasado cosieron la toga de la jueza Kagan.

A Sotomayor, dijo que le han hecho dos togas “y ahora estamos haciéndole otra”. La primera se la hicieron a ojo. “A ella le encantó tanto que escribió en un libro que la mejor toga que se había puesto en su vida, que no parecía una  casa de campaña, es la hecha en Cabo Rojo por mi hermano Gallo y por este servidor”, dijo el exalcalde.

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Luego, contó que en otra ocasión recibieron una llamada de Sotomayor  y él y su hermano fueron al  penthouse de un hotel en San Juan a cogerle las medidas a la jueza. “Nos recibieron dos agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos y en el ascensor había dos más”, relató. “Nos dijo que no quería la toga con puñetas (encajes de los puños) porque allá las usan sin eso”, abundó Ortiz. 

La crisis fiscal no ha afectado la sastrería. “No sé si es porque nuestros precios son bien competitivos, pero ahora es cuando más trabajo tenemos”, expresó Ortiz.