San Juan.- Los ganaderos de Puerto Rico recibieron con agrado la suspensión, por orden de un juez federal, del acuerdo alcanzado entre el Gobierno local y las procesadoras para que estas compañías pudieran pagarles menos por la leche y mejorar así sus márgenes de beneficio.

El presidente de la Asociación de Ganaderos de Puerto Rico, Juan Carlos Rivera, dijo hoy a Efe sentirse satisfecho por la decisión del juez Daniel Domínguez, que implicaba que los ganaderos recibieran catorce centavos de dólar menos por litro de leche vendido a las procesadoras, aunque aclaró que se trata de una medida temporal.

Esa decisión judicial se revisará cuando se conozca el resultado de un estudio sobre los precios que se pagan en la isla en cada fase dentro de la cadena de producción y venta de la leche.

Rivera señaló que lo que el juez ha paralizado es únicamente la parte del acuerdo -que había entrado en vigor el jueves- que establece que las procesadoras paguen catorce centavos menos, un recorte con el que se quería compensar las pérdidas históricas alegadas por Suiza Dairy y Vaquería Tres Monjitas, que en 2004 presentaron una reclamación judicial.

Las procesadoras pidieron entonces elevar el margen de sus ganancias en la cadena de producción de la leche con el argumento de que sin esa medida estaba en peligro su continuidad empresarial.

Rivera explicó hoy que la decisión del juez no afecta a la otra parte del acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y esas dos empresas, que establece que el Gobierno pague el próximo año una cantidad fija de cincuenta millones de dólares a las productoras como compensación por daños.

El líder de los ganaderos dijo que habrá que esperar al resultado del estudio sobre los precios en el sector que elabora el Departamento de Agricultura de Puerto Rico y que el próximo paso es reunirse con el gobernador Alejandro García Padilla para explicarle el daño que causaría al sector recibir catorce centavos menos por cada litro de leche vendido.

La falta de acuerdo de casi una década entre procesadoras y Gobierno se resolvió con una intervención judicial que estableció un aumento en catorce centavos en el precio final del llamado "cuartillo" (0,95 litros) en el precio final al consumidor.

El descontento que generó entre la población la idea de una subida en el precio final de la leche obligó al Gobierno local a negociar un acuerdo con las procesadoras.

Ese acuerdo, que entró en vigor el jueves y que en parte acaba de ser paralizado, estableció la reducción de catorce centavos por litro en lo que estas empresas pagan al sector. En Puerto Rico hay unas 400 vaquerías y se calcula que dan empleo directo a unas 5,000 personas.

Con ello, se seguía dando oxígeno a las compañías procesadoras, pero en lugar de insuflarlo el conjunto de la sociedad puertorriqueña, lo hacían únicamente los productores de leche.

Como forma de compensar a los ganaderos, también se anunció una asignación pública de incentivos al sector por valor de diez millones de dólares a través del Fondo de Eficiencia de la Industria Lechera.