Antes y durante el azote del huracán María, el gobernador Ricardo Rosselló procuró ubicar su familia en un lugar seguro para así poderse enfocar en manejar la emergencia que vivía el país.

“Mi prioridad, al igual que le exhorté a todo el pueblo de Puerto Rico, era mantener mi familia segura y mi aseguré que donde estaba mi esposa y mi hija estuvieran seguras. Lo pasaron en un cuarto pequeño en Fortaleza. (Yo) tenia un centro operacional pequeño a distancia. La pasé con ellos y atendiendo la circunstancias", destacó en entrevista telefónica con GFR Medía.

Dijo que mientras estaba confiado que su familia estaba resguardaba, podía "despejar mi mente", aunque al momento de la entrevista aún no tenía comunicación con sus padres. 

La primera dama, Beatriz Rosselló está próxima a entrar en su octavo mes de embarazo, mientras que la hija del gobernador, Claudia, tiene solo tres años.

Dijo que la pequeña durmió mientras el huracàn pasaba por la Isla.

"Gracias a Dios durmió bastante y durante el día se levantó más tarde cuando la peor parte de los vientos había pasado", contó el mandatario.

"(Claudia tenía ) un poquito de miedo pero rápidamente se distraía. Gracias a Díos está bien y eso me ayuda" abundó.

Reveló que el momento más tenso durante el paso del fenómeno fue en horas de la madrugada y la mañana del miércoles. Alguna estructura en madera de La Fortaleza sufrió daños.

 "Salió un portón volando. Hubo su daño significativo. Yo sabía y me había mentalizado de la ferocidad y la dificulltad de esto asi que lo pude asimilar y enfocarme", contó Rosselló con alivio.