El colapso del sistema eléctrico del país ha permitido que comerciantes dedicados a la venta, reparación y mantenimiento de plantas eléctricas  hayan vendido en horas más de lo que a veces hacen en una semana, obligándoles a trabajar más tiempo de lo usual, tomando medidas como cerrar las oficinas y hasta se les están acabando los equipos.

Un fuego originado en la Central Termoeléctrica Aguirre, en Salinas, provocó ayer en la tarde el colapso del sistema de transmisión y generación de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). En la mañana de hoy, solo sectores de unos 17 municipios tenían servicio y el gobierno, que el miércoles especulaba que se podría restablecer el servicio en horas, informaba que no esperaban que se normalizara la situación hasta el viernes.

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Esto ha beneficiado a negocios como el que trabaja María Echevarría asistente de servicio de ATM Sales o Service, de Hato Rey, empresa que ofrece servicio de reparación y mantenimiento a plantas eléctricas. La mujer dijo que han recibido cerca de 20 llamadas desde que ocurrió el apagón a eso de las 3:00 p.m. hasta las 9:00 a.m. de hoy, cuando a veces a la semana lo que pueden recibir son unas 3 llamadas.

“De ayer para hoy ha sido Troya, Troya, Troya, hemos estado trabajando como se puede”, dijo Echevarría

El propietario de JK Electrical Services, Edwin Berríos, dijo que ha sido mucha la solicitud de servicio en su negocio en Caguas.

“Mi hermano, si hubiera tenido 1,000 plantas para vender, 1,000 plantas vendía”, dijo Berríos, quien pidió disculpas por no poder hablar más precisamente porque estaba atendiendo clientes. “Se cerró la oficina. Estoy dando servicio en la calle”, agregó.

Asimismo, en la carretera PR-1, José Ramón Femenías, de Grekory Equipment, dijo que estuvieron atendiendo clientes hasta las 8:00 p.m. anoche para mantenimiento y reparación de equipos, cuando usualmente laboran hasta las 5:00 p.m.

Respecto a ventas de equipo nuevo, precisó que en poco más de 12 horas desde que comenzó el apagón han vendido unos 12 equipos de entre $300 a $3,000, y no descarta que en el resto del día vendan una cantidad similar. Afirmó que usualmente, en periodo flojo, venden entre dos a tres equipos a la semana.

“Si sigue el patrón de clientes que están llegando nos quedamos cortos. Aún tenemos plantas, tenemos algunas en tránsito que nos están llegando, pero tenemos modelos que se nos puede acabar el inventario”, sostuvo Femenías.

Mientras, Emil Guzmán, dueño de la empresa de distribución de diésel E-1000 Fuel services, Inc., en Toa Baja, tenía hoy una ruta de distribución que lo llevaría desde Morovis hasta Fajardo. Este combustible es el usado en muchas plantas eléctricas.

Detalló que ha atendido a 35 clientes desde anoche hasta las 9:00 a.m. de hoy, cuando a veces no cae esa cantidad de clientes en una semana,

“Muchacho, no doy abasto, de verdad, algo fuera de lo normal”, expresó Guzmán.