El Superacueducto del Norte ha ayudado a la Zona Metropolitana de San Juan a mitigar los efectos de esta y de otras sequías, pero también ha permitido que nos olvidemos de la necesidad de consumir menos agua, particularmente ahora que nos amenazan los efectos del Cambio Climático.

El líder ambientalista Juan Rosario dijo ayer que si bien es cierto que la mayor parte del agua del Superacueducto nos sirve para darle agua a San Juan, esa infraestructura lo que resuelve es un problema temporal, no el problema de fondo que enfrentamos con los abastos de agua.

Puerto Rico tenía, y tiene, que reducir la cantidad de agua que se consume por persona, porque la realidad es que  aquí se gasta mucha agua y “el Tubo sirvió para seguir botándola”, afirmó Rosario.

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“Lo que teníamos que hacer era crear modelos nuevos de conservación y no lo hicimos”, dijo el ambientalista, quien mencionó que una parte del líquido que se transporta por el Supertubo ha ido a parar  a urbanizaciones de nueva construcción en la zona norte.

Señaló que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados no logra facturar unos 400 millones de galones de agua al día  (el 60% de su producción),  agua que no puede estarse escapando por los salideros de las tuberías de la AAA porque si fuera así, “el país se habría hundido”.

“Aquí roba agua mucha gente… los municipios… los desarrolladores. Tengo amigos que me dicen que aquí hay un pacto social y ese pacto es ‘tú robas, yo robo’”, indicó Rosario a fin de ilustrar cómo el País se ha desentendido de la necesidad de conservar ese recurso.

Una de las opciones que debe considerar el gobierno es  hacer una segunda represa en el lago Carraízo. También buscar nuevas alternativas para el dragado de los lagos.

Puerto Rico  -según el ambientalista-  enfrenta una situación similar a otros países,  en cuanto al cambio climático se refiere.

Lo que se espera aquí son periodos de mucha lluvia y periodos de mucha sequía.

“Hace 15 años en una reunión en México (con expertos sobre el Cambio Climático) dijeron que la gente de los países templados van a vivir como en el Trópico. Yo pregunté por Puerto Rico, y me contestaron que los del Trópico íbamos a vivir en el infierno”, relató.

Rosario, citando a Joseph Romm,  ex jefe Energía del presidente Bill Clinton, anticipó que si hacemos lo que tenemos que hacer con el  Cambio Climático, esa será la historia más importante del siglo XXI. Si no hacemos, no se hablará nada de eso.

En Puerto Rico,  luego que lleguen  los aguaceros,  lo importante es no olvidarnos de la sequía de 2015, es salir a buscar soluciones a ese problema que creemos superado, dijo el defensor del ambiente.