Pocas personas en Puerto Rico tiene una recolección mental de la historia del baloncesto local tan amplia como la tiene Héctor “Hetin” Reyes.

Y es que antes de que un derrame cerebral lo confinara a una silla de ruedas en el 2008, Reyes estuvo inmerso en el deporte por más de 60 años, fuese como jugador de categorías menores, jugador del Baloncesto Superior Nacional, apoderado y dirigente en el BSN con los Vaqueros de Bayamón o presidente de la Federación de Baloncesto.

“Me puse muchos sombreros en el baloncesto a través de mi vida, incluyendo varios a la misma vez, como cuando era presidente del BSN, gerente general del Equipo Nacional y presidente federativo durante los años 90”, recordó Reyes durante una visita de Primera Hora a su hogar en Bayamón, donde reside con Isabel, su fiel esposa por más de 50 años. “El baloncesto ha sido mi vida”.

Reyes no exagera al hacer esa aseveración. Las paredes de su casa, casi todas decoradas con fotos y memorabilias que denotan su amplia trayectoria, así lo atestiguan.

Bayamón en el corazón

De todas, las que atesora con mayor emoción son las que rememoran su paso por los Vaqueros desde mediados de la década de los 50 como jugador hasta 1982, cuando cumplió 15 años fungiendo como coapoderado u apoderado de la franquicia.

“Esos fueron mis mejores años, los que más me disfruté porque tuve la oportunidad de ser parte de ocho campeonatos de los Vaqueros desde 1967, ya fuese como apoderado, coapoderado o dirigente. Fueron muchos años de satisfacciones, incluyendo los cinco campeonatos corridos desde 1971 hasta 1975. Y luego me despedí con uno en el 1981, el año de debut de Jerome Mincy en el BSN. De ahí en adelante se hizo cargo “Cuco” Ortiz, que fue un gran administrador”, indicó Reyes.

“Recuerdo que Gene Bartow, que había dirigido aquí y estaba en la Universidad de Alabama (Birmingham), me dijo: ‘Te tengo un jugador bien fuerte, de 6’7” de estatura. ¿Lo quieres?’ Y ese fue el principio de Mincy, uno de los mejores jugadores que ha tenido Puerto Rico. Bartow luego recomendó al francotirador Raymond Gausse, que fue nativizado y fue uno de nuestros mejores tiradores. Recuerdo que dijo que si Mincy le había dado un campeonato a Bayamon, Gausse ayudaría a traer otro más”.

El campeonato de los Vaqueros con Gausse se lo gozó, pero ya a la distancia, pues para 1988 ya figuraba de mandamás federativo. Para ese tiempo prefería disfrutar de sus ejecutorias y las de Mincy en el Equipo Nacional.

“Recuerdo cuando le ganamos por primera vez a Estados Unidos durante el Preolímpico en México de 1989. Luego vino el Mundial de 1990, donde llegamos cuarto lugar y debió haber sido bronce de no ser por aquel árbitro canadiense que nos hizo repetir la jugada final por segunda vez”, dijo Reyes.

¿Ese grupo del Mundial de 1990 es el mejor Equipo Nacional que hayas visto?

Está entre los mejores, igual que el que le ganó al Dream Team en las Olimpiadas de 2004. Pero mi favorito fue el de los Panamericanos en Cuba en 1991, cuando ganamos oro y le dimos una pela al equipo de Estados Unidos, que era bastante similar al que nos ganó el bronce en el mundial. Aquel equipo no solo repetía a Mincy, Gausse, Ramon Rivas, Fico López y ‘Piculín’ (Ortiz), sino que también tuvo a (Javier) ‘Toñito’ Colón y James Carter jóvenes, a los hermanos León (Francisco y Edgar) y a Mario ‘Quijote’ Morales, que no había podido estar en el 90 debido a una lesión en la rodilla.

Un equipo que quizás no era el mejor en términos de personal, pero nos dio una medalla de oro y una gran alegría fue el del Preolímpico del 1995 en Neuquén, Argentina. Con jugadores de rol como ‘Canito’ Nieves, Pablo Alicea y un juvenil Rolando Hourruitiner en sustitución de los jugadores suspendidos por el lío del Panamericano de Mar del Plata, ganamos oro contra todos los pronósticos.

¿Cuál ha sido el mejor jugador de Puerto Rico?

Sin duda alguna, ese ha sido Piculín Ortiz. Sus números a nivel de torneos internacionales son impresionantes. Nadie en Puerto Rico ha dominado a ese nivel como lo hizo Piculín. Y eso sin contar su trayectoria en las diferentes ligas que jugó.

¿Quién ha sido el mejor dirigente boricua?

Esa es muy difícil. Hemos tenido una camada muy buena que incluye a Julio Toro, Flor Meléndez, Carlos Morales, Raymond Dalmau, Armandito Torres. De los jóvenes, me gusta mucho el trabajo de Leo Arill.

¿Cuál consideras tu mayor logro en la federación?

Haber sido parte de la era más gloriosa del Equipo Nacional entre 1988 y 1995 y que a inicios de los 90 el BSN tuvo hasta 17 equipos en una temporada.

¿Qué te quedó por hacer?

Hubo cosas que hubiera querido implementar, como la regionalización de las categorías menores. Por ejemplo, que los muchachos de Ponce solo jugaran en su área y solo enfrentaran equipos de otros rincones de la Isla en los playoffs nacionales. Ahora mismo los niños viajan y juegan demasiado de forma innecesaria. Al menos veo el fruto de las certificaciones compulsorias y curso para dirigentes, oficiales de mesa y árbitros. Eso me complace.

¿Qué haces ahora?

Lo más que hago es escuchar música, ver vídeos de la música de mi época en YouTube, disfrutarme a mis nietos y de vez en cuando ir a juegos de baloncesto. Y claro, disfrutar de la compañía de mi esposa, Isabel, que siempre ha estado conmigo.