María se acercaba el viernes a las islas Turcos y Caicos, mientras Puerto Rico trataba de recuperarse de la devastación que dejó la tormenta y diversos pueblos de República Dominicana permanecían inundados e incomunicados. 

Dos días después de que María devastó Puerto Rico inundando pueblos, aplastando casas y causando muertes, millones afrontaban esperas de semanas o incluso meses hasta que se restablezca el suministro eléctrico. La tormenta desbarató la red eléctrica del territorio, dejando a la mayoría sin electricidad. 

El apagón hizo que los vecinos buscaran botellas de gas para cocinar, recogieran agua de lluvia o se preparasen mentalmente para las penurias por llegar en el calor tropical. Algunos sopesaban salir de la isla. 

Relacionadas

Héctor Llanos, policía retirado de Nueva York, de 78 años, dijo que planeaba viajar el sábado al territorio continental para vivir allí temporalmente porque no se podía vivir sin electricidad. 

Al igual que muchos puertorriqueños, Llanos no tiene un generador de electricidad o cocina a gas. Dijo que lo único que tenía era una linterna y que creía que la situación nunca iba a ser igual que antes. 

Entre tanto, el total de fatalidades en el Caribe subió al menos a 27. Al menos 15 personas murieron en Dominica y seis en Puerto Rico. También se reportaron tres fatalidades en Haití, dos en Guadalupe, y una en la República Dominicana. 

Hasta el viernes por la mañana, María estaba pasando por el noreste de las islas Turcos y Caicos, con vientos de 205 kilómetros por hora (125 millas por hora). Una advertencia por huracán seguía en pie para estas islas, así como para el sureste de Bahamas. Se prevé que la tormenta vire mar adentro hacia el Atlántico y no represente una amenaza al territorio continental de Estados Unidos. 

Los aguaceros registrados durante la tarde y noche en gran parte de República Dominicana desbordaron varios ríos en el norte y este del país. 

En la República Dominicana cuatro puentes quedaron destruidos, más de 18.000 personas fueron evacuadas y 78 comunidades rurales estaban incomunicadas debido a las inundaciones, informaron los organismos de socorro. 

“El río nos atrapó por sorpresa”, dijo a The Associated Press María Acosta, mientras con cubos trataba de sacar el lodo que invadió su casa durante la noche del jueves y madrugada del viernes en El Seibo, 130 kilómetros al este de la capital. “Lo único que pensé fue ‘que el río se lleve todo, menos a mis hijos’”, insistió la mujer, madre de tres menores. 

El presidente Danilo Medina realiza el viernes un recorrido por las zonas más afectadas, como El Seibo, la península de Samaná, en el noreste del país. 

Cerca de 300.000 habitantes permanecían el viernes sin servicio eléctrico debido a que el huracán afectó el cableado. 

En Puerto Rico, el sistema de energía estuvo en mal estado mucho antes de que llegara María y el huracán Irma hace dos semanas. 

La crisis fiscal de la isla, 73.000 millones de dólares, ha dejado a la compañía de electricidad y otras agencias estatales en bancarrota. En los últimos años dejó de realizar las tareas más básicas de mantenimiento, haciendo que la isla tenga apagones de manera regular. 

El gobernador Ricardo Rosselló dijo que sabía que algo así podía pasar dada la situación delicada de la infraestructura. 

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias dijo que establecería un puente aéreo el viernes desde el territorio continental. Tres o cuatro aviones militares volarían a la isla una vez al día llevando agua, alimentos, generadores y albergues temporales. 


El periodista Ezequiel Abiú López reportó desde Santo Domingo, República Dominicana.