Una reducción de 30% en las ventas de la Loto se ha registrado casi al cierre del 2014, según indicó el secretario auxiliar del Negociado de las Loterías, Antonio Pérez López.

El funcionario vinculó la merma al interés inicial que ha generado el juego de Power Ball, cuyos sorteos con premios millonarios se realizan en Estados Unidos, pero desde fines de septiembre se pueden comprar aquí boletos para esas rifas en todos los centros de venta de la Lotería Electrónica.

Pérez López, sin embargo, no descartó que una reciente ola de mensajes en contra de la Loto en redes sociales pueda estar influyendo también a la reducción en ventas.

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Se refirió a ciudadanos escépticos que han puesto en entredicho la transparencia de las operaciones de la Loto al entrar en especulaciones debido a la dilación en la reclamación del premio de $32 millones sorteado el 11 de julio.

“Las ventas de Loto se han visto afectadas, pero en términos de lo que habíamos contemplado con la llegada del Power Ball. Estamos haciendo nuestra evaluación. Es prematuro todavía para medir bien el impacto, pero en ventas al momento la reducción ha sido de un 30 por ciento”, dijo Pérez López.

En entrevista con este medio, aseguró que al iniciar la amplia campaña publicitaria del Power Ball se proyectó la posibilidad de una reducción de hasta 40% en las ventas de Loto, por la novedad que todavía representa ese juego aquí.

No obstante, reconoció que no contemplaron la ola de cuestionamientos cibernéticos, enmarcados en la no reclamación inmediata del premio máximo en la historia de la Loto, que asciende a $32 millones, y que hasta el viernes no había sido cobrado.

Debido a que han pasado cinco meses y la persona que jugó el boleto que resultó premiado no ha acudido a reclamar su dinero, algunos ciudadanos han desarrollado teorías de trampa que describen como una forma del gobierno para quedarse con esos fondos.

“Nos han crucificado”, comentó Pérez López al lamentar esas reacciones.

Sin embargo, Pérez López defendió la pulcritud de operaciones de la Lotería Electrónica y sobre todo del manejo de los sorteos de la Lotería Electrónica al resaltar que son abiertos al público, supervisados por auditores externos y realizados con máximos controles de seguridad.

“La Lotería Electrónica es una operación del gobierno que en 2015 cumple 25 años. Es una operación con salvaguardas tan rigurosas que el Multi State Lottery Association (MUSL), que administra Power Ball, auditó nuestro sistema de venta de boletos y cómo seleccionamos los premios y determinaron que nuestros procedimientos y sistemas cumplen con los estándares de la industria, por eso nos dieron cabida en Power Ball”, destacó.

“Nosotros, además, hemos adoptado la política de transparencia que permite a cualquier ciudadano venir y participar del sorteo y antes ver los procesos de seguridad preparatorios para esos sorteos. Esto no es que se ponen allí unas tómbolas con unos bolos, antes hay todo un proceso de selección de tómbolas, de bolos, un proceso totalmente aleatorio y no hay forma de yo saber cuáles bolos se van a usar para ningún sorteo”, sostuvo.

El funcionario aseguró que no hay forma de que se pueda manipular los resultados de un sorteo.

“Las ventas (de boletos de Loto y otros juegos) cortan 15 minutos antes del sorteo, por lo que no hay forma de poder entrar a una jugada luego de ese momento”, agregó en respuesta a las sugerencias de cibernautas como “aminomementenlascabrasalcorral”, quien asegura que el boleto del sorteo 1835 de la Loto “nunca se imprimió”.

El poseedor de ese boleto podría llevarse $11.5 millones, si opta por reclamarlo en un solo pago al que se aplicarían las deducciones compulsorias del Departamento de Hacienda, pero si se inclina por pagos anuales, podría recibir cheques de $1,280,000 por 20 años, según estimados preliminares de la Lotería Electrónica. El término para la trascendental reclamación vence el 7 de enero.

“Cualquier ciudadano que sea escéptico lo invitamos a que venga para que vea el proceso previo al sorteo y al sorteo. Para el escéptico lo mejor es que vaya al estudio y vea como son las cosas. Hablando no es a veces la forma de convencer a la gente, pero yo le abro las puertas para que vean y constaten cómo se da el sorteo”, recalcó Pérez López.

Explicó que si nadie reclama el gran premio del sorteo 1835, que la agencia anunció fue vendido en el supermercado Econo de Floral Park, una partida de $14.4 millones pasaría al gobierno, por disposición de la Ley 10 del 24 de mayo de 1989.

Perez López explicó que el cálculo se centra en el “valor presente” de la venta en el sorteo y por estipulaciones del Artículo 11 de la citada ley se dispone que la cantidad de los premios caducados destinada al Fondo Especial para el Desarrollo de las Categorías Menores es de $3 millones. El citado fondo es administrado por el Departamento de Recreación y Deportes. Cuando los premios no reclamados pasan de $3 millones, el exceso pasa al Fondo General.

Sobre el ahora cuestionado sorteo de los $32 millones, Pérez López dijo que además de representantes de la prensa, acudió al estudio una familia. En ese grupo, recordó que “un caballero dijo ‘yo vengo aquí porque yo entiendo que aquí hay algún truco’. Pero no tuvo ni que ver el sorteo, pues cuando se completó el proceso de seguridad, recuerdo acercármele para verificar su impresión y la respuesta fue ‘no hay forma de que hagan trampa’”.

"Jackpots" que han sido reclamados

El segundo premio más alto en la historia de la Loto se cobró el pasado viernes, 19 de diciembre de 2014. Aunque el “jackpot” del citado sorteo ascendió a $29.5 millones, el ganador optó por reclamar el premio en un solo pago, por lo que después de aplicadas las deducciones contributivas correspondientes recibió un cheque de $10,620,000.

La jugada ganadora fue automática con la combinación 3-9-16-20-25-30, y se vendió en el Supermercado Gelabert en el pueblo de Sábana Grande.

Después de ese premio, otro de los más altos ya cobrados fue el correspondiente a un “jackpot” de $26 millones, que se vendió en Caguas en el 16 de noviembre de 2012. En junio de 2010 la Loto emitió un premio de $25 millones con ganadores compartidos que adquirieron boletos en Guaynabo y Aguadilla. Además, según archivos de la Lotería Electrónica también hubo ganadores de un “jackpot” de 24 millones en abril de 2012, cuando se vendieron boletos con los seis números que surgieron de la tómbola en Caguas, Cidra y Guaynabo.