Hatillo. No habrá escasez de leche, pero sí menos producción lo que representará un azote económico con millonarias pérdidas para la industria lechera del país.

Así lo planteó el ganadero Noel López, del Grupo López Inc. con 10 vaquerías en los pueblos de Camuy, Hatillo, Arecibo, Isabela, y Manatí a una semana del paso huracán María por la Isla.

“La proyección es que tendremos una reducción en la producción de leche entre un 40% y 45% en lo que resta de este año. Hay menos vacas y las condiciones de ordeño no son las mejores. Eso es un golpe devastador para nuestra industria”, dijo ayer López a este medio en uno de sus establos en el sector Lechuga del pueblo hatillano.

“Por ejemplo, antes del huracán, aquí producíamos 7,000 litros diarios y ahora estamos produciendo 5,000. Es un 30% menos en esta vaquería. Son $1,640 menos diarios”, detalló. “Imagínate cuál será el impacto en todo este sector que genera como 25,000 empleos de manera directa, sin incluir las procesadoras de leche”.

A una semana del paso de este evento atmosférico, López estimó que solo en la infraestructura de las 10 ganaderías de su grupo hubo pérdidas que superan la cifra de $5 millones. “Estimamos un promedio de $500,000 en cada vaquería. Es un estimado reservado que no incluye los 700 animales que perdimos entre vacas y becerros. Y diría que 450 de esas vacas valen como $2,700 cada una”, dijo López al agregar más de $120,000 en pérdidas de esos reses.

Y otro daño en la última semana en el sector ganadero fue la falta de recogido de leche de parte de las dos procesadoras de leche, Suiza Dairy y Tres Monjitas, ante la falta de acceso a las vaquerías en la mayoría de los casos. López dijo que en los 10 establos “botamos más de 600,000 litros” entre el miércoles y el lunes pasado. Dijo que el martes comenzó el recogido en todos los establos. “Ya llevamos dos días corridos”.

Ante la falta de energía eléctrica, ahora el reto para todos los ganaderes del país será mantener la operación de las maquinarias con diésel, un producto que escasea en la Isla. López dijo que ha hecho malabares para adquirir diésel y gasolina.

“He tenido que viajar a San Juan para reunirme con el suplidor para conseguir diésel. Y he dado mil vueltas por ahí para comprar gasolina. No puedo quedarme sentado aquí esperando que alguien me resuelva. No puedo sentarme a esperar por ayuda de Agricultura porque sé que es muy difícil ante la escasez de diésel. Así que he tenido que enrollarme las mangas y estar todo el día pensando en la manera que voy a resolver esta situación del diésel diariamente. Conseguí diésel para dos días y tuvo que contratar una escolta privada para traerlo, porque hay mucha histeria en la calle. Este será un reto para todos nosotros. Si el diésel no llega, las vacas no ordeñan y su enferman”, explicó López al precisar que el Grupo López Inc. maneja más de 85,000 litros diarios entre 12,000 vacas.

López, a su vez, dijo que personal del Departamento de Agricultura lo visitó el pasado lunes para conocer el estado de los establos. Agregó que aún no ha conversado con el secretario de esta agencia, Carlos Flores Ortega.

En Hatillo, hay entre 70 y 75 vaquerías, dijo recientemente el alcalde José ‘Chely’ Rodríguez.

En un recorrido por algunos barrios de este municipio, este medio observó los daños ocasionados a la estructura de, al menos, ocho establos. Casi todos los ranchos de aluminio en cada una de las vaquerías desaparecieron, al igual que toda la vegetación a su alrededor, dejando sin sombras a las vacas.

Y el impacto es el mismo para todos los establos sin importar el tamaño.

“Aquí estimo que tengo pérdidas de $200,000 en la infraestructura, incluyendo las placas solares”, dijo otro ganadero del pueblo, Edgardo Mercado, al mostrar los daños en casi todos los ranchos. “Y en los días que no vinieron a recoger la leche, boté como 13,600 litros. Al menos, Suiza Dairy y Tres Monjitas ya comenzaron con el recogido de la leche, pero tenemos la situación de la falta de diésel y gasolina. Hay que estar en largas filas y, en mi caso, tengo que subir a Cataño a comprar el alimento. No vamos a tener la misma producción de leche y eso nos afectará grandemente”, dijo Mercado, cuya vaquería ubica en el barrio Pueblo con 275 vacas.

Mercado ayer fue visitado por otros dos ganaderos que también se expresaron preocupados por el futuro de la industria. “El sector de ganado es la espina dorsal de la agricultura en Puerto Rico y necesitamos la ayuda del secretario de Agricultura, especialmente, con el manejo del diésel. Necesitamos urgentemente el diésel para operar nuestras maquinarias. Conseguí para dos días y ya estoy nervioso. Así no se puede”, reaccionó Emilio Vélez, propietario de un establo con 150 vacas en el barrio Islote en Arecibo.

En tanto, Ricardo Soto, con una vaquería de 60 reses también en Islote, no ha corrido la misma suerte. “A mí todavía no me han ido a recoger la leche y no tengo comunicación con nadie. Es una situación muy difícil”, dijo Soto.

¿Y la leche está llegando al consumidor?

Al parecer, muy escasa.

Este medio visitó dos establecimientos, uno en Hatillo y otro en Camuy, y ninguno de ellos ha recibido el deseado producto. “El muchacho (de Suiza Diayr) vino el sábado y quedó en regresar el lunes y todavía lo estoy esperando. Tengo la planta eléctrica funcionando para almanecer la leche y la gente está preguntando, pero no ha regresado”, dijo Juanita Concepción, propietaria de una panadería en Camuy.