Aguadilla – Luego de que a principios de septiembre doña Rosa Mar Suárez Báez, de 55 años, se quedara sin casa porque un árbol de Guanacaste le cayera encima, personal de Obras Públicas Municipal inició esta mañana los trabajos de demolición de su residencia, ubicada en la carretera PR-443, kilómetro 0.2 del barrio Caimital Bajo, en Aguadilla.

Jonathan González, hijo de la mujer, explicó a Primera Hora que ayer en la tarde llegó personal del municipio, junto con ingenieros, para comunicarle que hoy comenzarían a demoler las ruinas de la residencia de su madre y que pronto empezarían a construirle una nueva casa.

“Ella está bien. Estamos esperando que nos digan lo próximo que hacer, no sabemos si tenemos que llenar algún otro papeleo”, comentó brevemente, destacando que el árbol todavía yace en el mismo lugar donde cayó. “Todavía está ahí, no se lo han llevado”, acotó.

Por su parte, el alcalde Carlos Méndez aseguró que los trabajos incluyen la remoción del árbol, que llegó a elevarse en el patio frontal de la residencia, desde que Rosa Mar era niña, hace algunos 60 años.

“Nosotros le conseguimos beneficios de Sección 8 y la casa ya salió a subasta. Va a salir casi en $70 mil dólares y el árbol (su remoción) en $15 mil. Vamos a invertir como $100 mil”, resumió el alcalde Méndez.

El árbol, de la especie conocida como “oreja de mono”, en el vocablo común, cayó el pasado mes sobre su casa, dejando al descubierto su habitación tras romper el techo y atravesar el concreto.

Hacía seis meses que un vecino había advertido que el árbol crujía. Días después cayó una parte del árbol sobre la calle y las autoridades dijeron que al parecer sus raíces tenían hongo. Sin embargo, nunca lo cortaron, pese al inminente  peligro que representaba.

Cuando el árbol finalmente cayó sobre la residencia dejando sin techo a Rosa Mar, el Alcalde dijo que le había dejado el árbol a un grupo de artesanos, que se mostraron interesados en llevarse poco a poco el Guanacaste como materia prima para sus trabajos, pero que al parecer lo abandonaron.

La espera por la demolición del árbol fue considerada por muchos como una negligencia de parte del municipio.

Hoy el alcalde Méndez señaló que “de todos los representantes y senadores de otros partidos que dijeron que iban a estar presentes para ayudar, ninguno ayudó. El único que ayudó fue el municipio de Aguadilla”, dijo en conversación telefónica desde el directorio del partido que se celebra hoy en San Juan.

Mientras, Rosa Mar vive ahora en una residencia municipal, en espera de que en enero le entreguen su nueva casita, según lo prometido por el alcalde.