La Coalición para Atender la Crisis de Salud de Puerto Rico intensificará sus esfuerzos de cabildeo en el Congreso federal con visitas que varias figuras religiosas realizarán el próximo miércoles a oficinas de senadores y representantes, mientras de manera simultánea se realizará en la Capital federal una manifestación que estará encabezada por líderes políticos, religiosos y comunitarios.

Los representantes de la Coalición, que realizaron una conferencia de prensa en Hato Rey para dar a conocer detalles de su visita a Washington D.C., intentarán presionar a legisladores republicanos para que aprueben un paquete de medidas del presidente Barack Obama que, entre otros asuntos, amplía la accesibilidad de fondos de Medicaid para la Isla.

Los diferentes sectores que componen la Coalición esperan que se pueda redactar un lenguaje bipartita sobre los fondos de salud de Puerto Rico antes del 11 de diciembre, la fecha límite para que comités de apropiación sometan su análisis sobre los gastos de una medida presupuestaria que el presidente Barack Obama firmó el pasado 2 de noviembre y que aplaza cualquier otra controversia sobre asignaciones federales hasta que culminen las próximas elecciones presidenciales y congresionales.

“Llegó el momento de la verdad. Es ahora o nunca”, sostuvo el obispo luterano, Felipe Lozada Montañez, quien viajará a la Capital federal junto al reverendo Heriberto Martínez, de Sociedades Bíblicas de Puerto Rico, y el obispo metodista Rafael Moreno Rivas para las reuniones que se realizarán con algunos legisladores estadounidenses.

Se espera que los religiosos formen parte de un grupo amplio de representantes de la Coalición que visitarán las oficinas de los congresistas Paul Ryan, Harold “Hal” Rogers, Tom Price, Kevin Brady, Bob Goodlatte, Jeb Hensarling y los senadores Mitch McConnell, Thad Cochran, Michael Enzi, Lisa Murkowski, Charles “Chuck” Grassley y Orrin G. Hatch. Todos los legisladores son del partido republicano y ocupan posiciones claves en comisiones importantes. 

Esta iniciativa surge porque aseguran que Puerto Rico podría perder $3,000 millones en los próximos 18 en fondos federales y que el programa de Medicare Advantage peligra si persisten recortes para el Centro para los Servicios de Medicare y Medicaid (CMS). A esto se suma que cerca un millón de pacientes podrían perder los servicios prestados por Mi Salud.

La manifestación del miércoles, convocada por los representantes de la Coalición, también persigue que Puerto Rico pueda acogerse a las protecciones de la ley de quiebra, una reestructuración de su deuda pública y un alivio para las familias puertorriqueñas mediante la ampliación del crédito federal por ingreso de trabajo (Federal Earned Income Tax Credit) y del crédito tributario para hijos (Child Tax Credit). 

“Esto es un asunto de justicia y exigimos un trato justo y equitativo. Nuestro trabajo tiene que seguir a favor de la salud de nuestro pueblo”, dijo la reverenda Eunice Santana, de la Iglesia de los Discípulos de Cristo.