Florida. Ante la presencia de decenas de agentes federales y en un entorno altamente custodiado, el cuerpo de Osvaldo Albarati, el teniente muerto a balazos el pasado martes, fue expuesto ayer en la funeraria Emanuel, de ese municipio.

A medida que pasaba la tarde, llegaban cada vez más personas, entre compañeros, amigos y familiares de la víctima, para mostrar su solidaridad ante la terrible tragedia que le arrebató la vida al hombre de 39 años y padre de dos niñas de siete y 11 años.

Mientras, el suegro del fenecido y portavoz de la familia, Adrián Andújar Ramírez, solo tenía palabras de elogio para quien él consideraba era “un ser humano muy especial”.

“Él era una excelente persona, como padre, esposo, yerno. En su trabajo también lo querían mucho y así lo manifiestan sus compañeros”, señaló el hombre, que también es ministro de una iglesia.

Andújar Ramírez dijo que tanto su hija como sus dos nietas están recibiendo ayuda psicológica y espiritual para poder atravesar este momento doloroso.

“No ha sido fácil, especialmente para las niñas... pero estas son cosas que suceden y uno las tiene que enfrentar con la ayuda de Dios y en unión familiar”, manifestó. La pareja llevaba 19 años de casados.

A pesar de reconocer la peligrosidad del trabajo que realizaba Albarati, quien se destacaba como teniente en la rama investigativa del Centro Metropolitano de Detención (CDM), en Guaynabo, Andújar Ramírez se mostró sorprendido por la muerte violenta que sufrió su yerno.

“Todos en la familia sabíamos que su trabajo era peligroso, pero teníamos la tranquilidad de que él siempre lo realizaba con mucho profesionalismo”, sostuvo, a la vez que dijo no conocerle enemigos o problemas a Albarati.

La capilla donde velaron los restos mortales del agente estuvo custodiada por personal de la compañía de seguridad P.S.I. Security Services, que era propiedad de Albarati. La prensa no tuvo acceso a la misma.

El cuerpo del agente será trasladado hoy al mediodía hasta el Cementerio Municipal de Florida, donde se le dará cristiana sepultura.

Pudo ser una venganza

La muerte sorprendió a Albarati cuando salía de su trabajo. Según la pesquisa, uno o varios sicarios dispararon en contra de Albarati mientras este conducía por el expreso José de Diego (PR-22) en dirección a Arecibo.

Se cree que el motivo del tiroteo haya sido una venganza, pues, Albarati dirigía investigaciones sobre transacciones ilegales dentro del centro penal, como trasiego de drogas, entre otros asuntos sensitivos, según fueron descritas sus labores.