Árboles caídos, tendido eléctrico en el suelo, arena en la carretera, vidrios rotos y tormenteras por doquier fue el saldo que dejó el huracán María en el área turística del Condado, en San Juan.

Los vientos del segundo fenómeno atmosférico más potente que ha tocado tierra en Puerto Rico, desprendieron balcones, ventanas, portones y pedazos de cemento de las estructuras de algunos edificios.

Esta mañana, curiosos miraban con asombro lo destrozada que quedó la zona, mientras recogían los escombros, que bloqueaban las carreteras y los desagües. A su vez, comentaban que “fuimos afortunados porque pudo ser peor”.

“Las pérdidas, por suerte, solo han sido materiales y se pueden reponer”, expresó Giuliano Muratti, mientras, con machete en mano, cortaba algunas ramas de árboles que imposibilitaban el tránsito por la zona.

Por otra parte, el emblemático Parque Stella Maris, en la Calle Magdalena, quedó prácticamente irreconocible. Las chorreras para niños y la fuente del parque quedaron tapadas por la mayoría de los árboles que allí habitaban y que fueron arrancados de raíz por la furia del huracán María.

El parque Stella Maris quedó irreconocible. (vanessa.serra@gfrmedia.com)
El parque Stella Maris quedó irreconocible. (vanessa.serra@gfrmedia.com)

“Aunque veamos estos destrozos es muy poco lo que nos pasó aquí en Condado, en comparación con otros lugares, como Juana Matos en Cataño, o Naranjito, en la montaña”, expresó Gabriel Muriente, quien pernoctó durante el huracán con su hermana y otros familiares en un condominio aledaño al parque.

Por otra parte, un tramo de la Calle McLeary quedó completamente intransitable debido a la inundación que provocaron las lluvias y la marejada ciclónica. Frente a la urbanización de la playa de Ocean Park, dos carros quedaron varados al intentar pasar la inundación. Un panorama similar se observaba en el tramo de la avenida Ashford que conecta con la De Diego, al que posteriormente le pudieron preparar acceso nuevamente, cuando ciudadanos del área removieron escombros de las alcantarillas.

La historia se repetía, una y otra vez, en las calles cercanas.

Comienzan a levantarse Condado y Santurce

Mientras, en los predios del hotel DoubleTree, ubicado en la Avenida De Diego, un grupo compuesto por miembros de la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) que se alojan en esa hospedería desde el paso del huracán Irma izó las banderas de Puerto Rico y Estados Unidos.

Algunas personas que merodeaban por el lugar no dudaron en fotografiar y grabar dicha escena con sus celulares por considerarla "emotiva" y simbólica, al mencionar que al levantarse la monoestrrellada, también se levantaría el país.

Justo al costado del hotel está ubicado uno de los supermercados más frecuentados de la zona, el SuperMax De Diego. A pesar de que parte de su personal inspeccionaba la mercancía desde el interior, el establecimiento permanece cerrado para el público.

Aunque varios empleados le indicaron a personas que aguardaban en el exterior que no abrirían hasta mañana, algunas permanecían en las instalaciones esperanzadas en que reanudaran operaciones hoy mismo.

Ciudadanos esperaban en las afueras de SuperMax con la esperanza de que reabriera hoy. (emanuel.vera@gfrmedia.com)
Ciudadanos esperaban en las afueras de SuperMax con la esperanza de que reabriera hoy. (emanuel.vera@gfrmedia.com)

Uno de los negocios que más daños sufrió fue Diana's Pizza, en la avenida De Diego, el cual perdió casi la totalidad de su techo.

Aunque la mayoría de los comercios que no fueron afectados permanecían cerrados, algunos de comida, como Ruben's Café estaban operando.

El tramo de la Avenida Ashford que está justo frente al Parque del Indio fue cubierto por la arena de la playa aledaña.

No obstante, en edificios emblemáticos, como el Centro Gubernamental Minillas y el Museo de Arte de Puerto Rico, no se observaban daños mayores a simple vista.