Adjuntas. - El jeque Abdul Aziz bin Ali Rashid Al Nuaimi viajó ayer al centro  montañoso de la Isla y sembró con sus manos un arbolito en terrenos del parador Villas de Sotomayor en la denominada ciudad del “Gigante Dormido”.

En la sencilla ceremonia participó el propietario de la hospedería Jesús Ramos, y el otro dignatario que acompaña al jeque,  H. H. Al Saloom. 

Mientras colocaba la tierra para afirmar el árbol, dijo que recordó el momento cuando sepultó a su padre.

Tomó un puñado de tierra y le dijo a Ramos “esto es lo que somos y a ella volvemos, pero hay otra vida y otra oportunidad para reunirnos nuevamente”. 

Completada la ceremonia se confundió en un abrazo con el empresario.

Luego, durante el almuerzo se descubrió que el jeque no come bacalao por razones de salud, por lo que cortésmente le informó a los anfitriones que no podría consumir la deliciosa serenata que se preparó para todos los invitados. 

Se le ofreció y aceptó, un plato de pescado, que se le acompañó con arroz y habichuelas boricuas que degustó en el armonioso encuentro.

En la reunión almuerzo, los dueños de Paradores en Borinquen  le informaron sobre las medidas que están desarrollando para convertir sus hospederías en hoteles verdes, mayormente con el uso de energía renovable y siembra de productos.

El miércoles, el jeque Abdul Aziz bin Ali Rashid Al Nuaimi compartió con jóvenes de los Centros Sor Isolina Ferré y con estudiantes de la Universidad Interamericana en Bayamón.

Allí visitó el El Centro de Conservación de Manatíes e intercambió ideas con el doctor Antonio Mignucci, principal protector de los mamíferos marinos enfermos que allí se atienden.

En el lugar alimentó a uno de los pacientes, mientras se conversó sobre la importancia de la conservación de la especie que sería reclasificada a zona amenazada ante una reducción de varamientos en el Caribe.

Cabalgata cancelada

La lluvia obligó ayer  la cancelación de una cabalgata que tenía programada el jeque en un campo de Adjuntas, pero el visitante aseguró que retornará en otra ocasión al Parador Villas Sotomayor, donde tendría lugar su primera prueba de los equinos puertorriqueños.

El jeque Al Nuaimi, aunque no montó los equinos, quedó tan impresionado con la belleza del lugar que se comprometió con el propietario del hotel  a celebrar allí un taller ambiental con seis jóvenes puertorriqueños y seis de Ajmán.

Viajaría para ello a Puerto Rico y se quedaría por al menos tres días en el parador junto con los jóvenes que le acompañarán, le aseguró a Ramos.

La “carrerita” a caballo iba a ser corta,  y sería para recorrer el parador, que está considerado el primer hotel agroturístico de Puerto Rico y que produce en sus tierras cerca del 50% de la comida y frutas que sirve. 

“Creo que no se pudo por el clima,  pero estábamos listos. Lo que no hicimos hoy (ayer) lo haremos tarde o temprano. Yo amo los caballos, son animales muy  sensibles a la naturaleza”, dijo el jeque tras conocer que esa actividad se había suspendido. 

Aseguró que cuando era joven montaba mucho a caballo en su país, pero ya no lo hace por falta de tiempo. 

“Ahora ya casi no tengo tiempo. A mis hijos también le gustan mucho y lo siguen haciendo”, dijo el descrito “Jeque Verde” por sus posturas a favor del ambiente.