Austin. El primer astronauta de origen puertorriqueño de la NASA, Joseph Acabá, que sufrió el pasado agosto las "históricas inundaciones" que causó el ciclón Harvey en Houston (Texas, Estados Unidos), ahora teme por el impacto del huracán María en Puerto Rico, donde residen muchos familiares suyos.

El huracán María, que alcanzó la costa sureste de Puerto Rico hoy con vientos de 155 millas (250 kilómetros) por hora, dejó a la isla sin electricidad y se desconocen aún los daños personales y materiales causados.

"Mis padres nacieron allí y muchos parientes, como primos, tíos y padrinos todavía viven allí", apuntó el boricua en declaraciones a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), a más de 400 kilómetros sobre la tierra.

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El puertorriqueño mandó un mensaje de fuerza para sus paisanos y dijo que espera que "todo el mundo esté bien" en su isla de origen.

"Por suerte, había un ejército de gente en el área de Houston del Centro Espacial Lyndon B. Johnson que ayudó a limpiar mi casa y a dejarla en buenas condiciones", explicó.

De hecho, parte de las instalaciones de este histórico centro quedaron también inundadas tras el paso del huracán y sólo trabajó el personal mínimo para operar la Estación Espacial Internacional.

"Cuando se puede ayudar a la gente, realmente significa mucho, y yo personalmente lo sé", concluyó Acabá.

El Centro Espacial Lyndon B. Johnson cerró el pasado 25 de agosto para proteger tanto sus instalaciones como a sus empleados (únicamente 125 de los 3,200 en plantilla trabajaron).

Harvey dejó más de sesenta muertos y miles de desplazados en Texas, especialmente en Houston, conocida popularmente como la ciudad espacial.