Barceloneta.- “La vida me ha puesto de ejemplo y me gusta en el aspecto de que las personas puedan ver que aunque se nos van a presentar obstáculos en el camino, si uno se enfoca en la meta es posible lograrla”.

Ismael Antonio Vélez de la Rosa tiene 25 años, es contador público autorizado (CPA), y la pasada semana se llevó la sorpresa de su vida cuando supo que obtuvo la calificación más alta en la reválida de leyes.

Esa prueba la pasó un 33 por ciento de los 399 aspirantes.

Da gusto dialogar con Tony, como le conocen su familia, porque cada palabra está llena de pasión, y no solo habla con su boca, sino que todo su cuerpo, en especial sus ojos, se expresan por él.

Su camino no ha sido fácil, pero ahora recoge con humildad la cosecha de lo sembrado.

“Cuando yo tenía 15 años pesaba como 250 libras (mide 5'10”) y tenía el colesterol y los trigliceridos altos... me sentía triste por mi salud pero también por los compañeros que criticaban mucho a uno, se mofaban, muchas burlas; fueron momentos difíciles en mi adolescencia”, dijo el  joven  nacido en el barrio Cataluña en Barceloneta.

Confiesa que llegaba a su casa a llorar por las noches.

Sin embargo, un día dijo: ‘tú sabes qué, voy a rebajar y voy a quedar flaco' y junto a una nutricionista empezó a comer seis comidas al día y a ejercitarse. En casi tres meses bajó alrededor de 80 libras, ahora pesa 160 libras.

Su vida da un giro de 180 grados porque se convierte en el símbolo del programa “Puerto Rico en Forma”.

Así llevó el mensaje a través de toda la Isla de la importancia de la dieta y el ejercicio.

Ah, y para sus compañeros “fue tremenda sorpresa” y en la escuela superior fue el presidente de la clase graduanda.

Acepta que esas experiencias “sacaron el líder dentro de mi”.

Y ese  mismo empeño fue el que puso en sus estudios que lo llevaron a graduarse Summa Cum Laude de  CPA y de Leyes.

“Tomo el examen de CPA (también fue la puntuación más alta), termino en julio de 2013 y en agosto comienzo en  Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (Summa Cum Laude)”, sostiene.

Hizo sus estudios en dos años y medio.

¿Por qué la prisa?

“Es que yo como que funciono bajo presión y también pensando en integrarme al campo laboral para poder ayudar a mi familia y darle un respiro a ellos que siempre ha estado ahí”,  menciona el actual vicepresidente  de la Organización de Derecho Internacional .

Apoyo familiar

A la pregunta de  cuál ha sido su momento más feliz no duda en contestar.

“Mi mayor alegría es ver a mis papás felices, ver que todo ese esfuerzo que ellos han hecho ha dado fruto. Cuando miro atrás veo a mis  abuelitos que vivieron en el caserío de Barceloneta y montaron un supermercado para sacar adelante a mi papa”.

Y para muestra con un botón basta.

Durante la entrevista estuvo Isabela Lugo Vega, su abuelita,  que nos contó que cuando supo que su nieto más cercano había pasado la reválida por poco se muere del susto.

“Es que él me llamó gritando y entonces yo me asusté, pensando que había pasado un accidente, y yo también empecé a gritar”, dice Lugo Vega.

Ismael Antonio agrega sonriendo a carcajadas que “cuando le dije que era la nota más alta empezó a gritar más”.

El mismo reperpero se formó en la oficina de su papá cuando el joven daba la noticia corriendo y dando vueltas por el negocio.

Le atrae la política

“La verdad es que yo creo mucho en en mi país y si Dios me diera la oportunidad de poder poner mis conocimientos para ayudar lo haría”, confiesa el abogado que planifica estudiar una maestría en Derecho. 

Este domingo, su familia le tiene una fiesta en su natal Barceloneta.