Muchos jóvenes adolescentes están activos sexualmente, sin que tengan acceso a información y educación que los ayude a protegerse y prevenir embarazos no planificados ni deseados e infecciones sexuales como el herpes, el papiloma humano y el VIH.

La  Asociación Puertorriqueña Pro Bienestar de la Familia (PROFAMILIA), que cumple su 59 aniversario hoy como pionera en los servicios de planificación y servicios de salud sexual, atiende mensualmente  a cerca de 25 o 30 jóvenes que reciben consejería y orientación en torno a sus inquietudes y necesidad de información sobre la sexualidad.

“La realidad es que están teniendo relaciones sexuales desde los 13 años y se están exponiendo, porque el mismo sistema le oculta el acceso a la información. El educarlos, no  significa que van a tener relaciones sexuales”, apuntó Elizabeth Figueroa, coordinadora unidad de manejo de casos Pro familia”, indicó.

¿Qué se les dice a estos jóvenes?

A un joven indeciso que no sabe si  tener o no tener relaciones sexuales, se le ofrecen diferentes alternativas. Si lo hacen, se tienen que proteger de un embarazo o de una infección de transmisión sexual, particularmente hay que prevenirlas sobre cómo actuar ante una posible agresión sexual.

Explicó que hay que darles herramientas porque la jovencita puede ir a un lugar apartado y luego decidir no tener relaciones sexuales, “pero  no puede salir corriendo y gritar. No tienen esa malicia”.

“Si ellas deciden que van a tener la relación con un novio o un amigo, se le dan alternativas. Si están en ese proceso de decidir, se le habla de la autoestima, de saber decidir quién es la persona que va a entrar en ese espacio íntimo de su cuerpo; a reflexionar sobre ese joven con quien vas a estar y vas a permitir que te vea”, señaló.

A esa edad, indicó,  hay confusión y quieren aclarar sus dudas, cuando se les provee el espacio. Se van más informados. Hay que  educarlos además,  en cuanto  al uso del condón. 

Figueroa rechazó la presunción de que si  se da educación  sexual a los adolescentes, se promueve el que se activen a edad temprana.

“Se le hace daño a los jóvenes, no permitiendo  el acceso a la información y educación de una sexualidad saludable”, señaló. 

Vital la educación sexual

La educación sexual en la población de adolescentes es vital porque se les provee a los jóvenes “en desconocimiento total” , ya sea por el sistema social o  porque en el núcleo familiar, no se les habla del tema. 

Se le provee unas herramientas al momento de verse en situación de tener o no una relación íntima con una pareja.

“No significa que van a tener una relación sexual, significa que si la van a experimentar, se va ayudar a prevenir un embarazo no planificado o no deseado. Cuando no lo desean, puede llevar a hacerse una interrrupción de embarazo, así que la educación ayuda a prevenir”, dijo.

“Los adolescentes no cuentan con un desarrollo cognitivo de juicio. En esa etapa de desarrollo, el juicio que los lleva a medir consecuencias, no está completamente desarrollado. Por ende, la educación facilita evitar un embarazo o una infección de transmisión sexual”, acotó Figueroa.

Los padres o cuidadores de menores, agregó, no se percatan que a través de esa barrera que se le impone al conocimiento de la sexualidad saludable, lo que puede causar es que el  bienestar de la salud de sus hijos o menores adolescentes se afecte debido al herpes, papiloma humano y el  VIH. 

 No se dan cuenta, dijo, que si un menor no se protege o tiene acceso a un condón, adquirir un herpes, un VIH o un  papiloma, los va a afectar en su desarrollo el resto de su vida.

“Hay que educar a los padres a hablar sobre el tema  y si no cuentan con las herramientas y el conocimiento, buscar los centros y lugares para educarse. Es bien importante que ellos  sepan. Yo veo aquí jóvenes que cuando les pregunto que cómo hacen para  tener relaciones sin que sus cuidadores o sus padres  se enteren,  la creatividad es infinita”, informó. 

“Una joven me dice cuando sus papás  están durmiendo, como a la 1:00 o 2:00 de la mañana, se va con su  novio al techo de la casa y su hermana Melisa, les avisa si sus papás se despiertan”, dramatizó.

Profamilia, en tanto,  ofrecerá el sábado un taller de dos horas de cómo hablarle a los padres y encargados de adolescentes, de cómo evitar un embarazo en la adolescencia e infecciones de transmisión sexual.