Por los pasados años, exceptuando el  2012 y 2013, las enfermedades del corazón han sido la primera causa de muerte en Puerto Rico.

En esos dos  años,  pasó a ser la segunda causa, luego del cáncer.

Las estadísticas más recientes suministradas por la Secretaría Auxiliar de Planificación y Desarrollo, División de Análisis Estadístico del Departamento de Salud  muestran que  dentro de las primeras 12 causas de muertes en la Isla -del 2004 al 2013-  están la  diabetes, hipertensión y las enfermedades  cerebrovasculares, que también inciden en el corazón.   

“Las enfermedades cardiovasculares, en el término amplio, afectan todo el sistema del corazón y se extiende a la circulación”, explica el cardiólogo Luis A. Parés, quien reconoce que estas son un conjunto de condiciones.

Sin embargo, aclara que  cuando se habla desde el punto  de vista de la especialidad de cardiología el  enfoque es  en las enfermedades del corazón  como tal.

La más común y la más temida

 “... Básicamente la más que uno trae a la atención pública y que más llega a nosotros es la enfermedad cardiovascular coronaria, que es la que afecta la circulación del corazón y la que hace que las arterias del corazón, las coronarias, progresivamente se obstruyan y llevan al ataque cardíaco”, explica.

Alerta que “es la más temida de todas porque es la que conlleva posibilidades de incapacidad y de que el paciente pueda fallecer”.

Estas ocurren a diferentes edades.

 No es nuevo que  organizaciones como: la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología y la Sociedad Americana del Corazón, alerten en sus  campañas en que hay que modificar los  estilos de vida porque  “esto ayuda a la prevención de de las enfermedades cardiovasculares a corto, mediano y hasta largo plazo”.

Parés, ex presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, sostiene que la  enfermedad cardiovascular se puede prevenir “con modificación en los estilos de vida;  llevar  una dieta saludable, vigilar sus niveles de colesterol, hacer  ejercicio porque el sedentarismo no es bueno para la prevención de las enfermedades cardiovasculares; y recordar que   la obesidad es una enemiga...”, sostiene.

El moderador del programa Reporte Médico (WIAC  740 AM), todos los jueves a partir de las 6:00 p.m.,  alerta que en Puerto Rico “hay una muy alta incidencia de diabetes, y el diabético no bien controlado es un candidato a padecer enfermedades de su sistema cardiovascular”.

La carga de la herencia

 Mientras, hizo una diferencia entre las personas que tienen una  predisposición genética, hereditaria, como los niños que tienen el colesterol alto y que   son las minorías, y las que tienen  una predisposición.

“Mire, si su papá,  su mamá,  su abuelito murieron del corazón,  padecen de hipertensión, pues usted ya tiene -entre paréntesis- una predisposición familiar a estar a riesgo de enfermedad cardiovascular”, explicó el  también ex presidente de la Asociación Médica de Puerto Rico.

“Estos pacientes tienen que buscar ayuda, no necesariamente  de emergencia, sino cuidar su cuerpo, sus parámetros salubristas, ver cómo está su colesterol, mantenerse en su peso, los que son diabéticos chequear cómo está su azúcar”.

El cardiólogo aclara que el que  usted tenga predisposición no necesariamente signifique  que vaya a desarrollar la enfermedad,

“No, no necesariamente vas a desarrollar la condición si tienes un historial familiar alto. Nosotros recogemos el historial a los pacientes cuando llegan a nuestra oficina... y si te  contestan, 'sí, a mi papá a los 45 años le dio el primer infarto', ya eso levanta una bandera roja... de que éste es un paciente que tiene cierta cosas distintas al paciente regular que dice 'no, mi papá y mi mamá nunca padecieron del corazón, se murieron de viejos a los 90 y pico de años”, y hay que vigilarlo.

En cuanto a la hipertensión o lo que conocemos como alta presión, el galeno dice que esta sí afecta el corazón si no se controla.

Con la hipertensión “el corazón está haciendo fuerza para sacar la sangre, porque las arterias está bien poco flexibles... la hipertensión es una condición que mantiene las arterias del cuerpo en una condición bien tensa... y entonces hace que el corazón tenga que contraerse más...  el corazón va se va hipertrofiando;  ese músculo se va haciendo más grande... y una vez se pone grande se queda grande”.

 Pero, cuándo los médicos nos hablan de los niveles del   colesterol y cómo mantenerlos, ¿a qué se refieren?

“El colesterol es esa sustancia en las grasas de los alimentos que puede ocasionar unos depósitos en las arterias del corazón y las van obstruyendo”, dice Parés.

Aunque se habla de colesterol malo (LDL) y bueno (HDL), en realidad se refiere  a una misma molécula, y la diferencia está en el tipo de lipoproteínas que los transporta a través del cuerpo.

El cardiólogo explica que el Low Density Lipoprotein (LDL) “es el que se pega a las paredes de las arterias y va creando como una capa interna y obstruye el flujo de la sangre. Esto causa que se tapen esas arterias y eventualmente sufrir un ataque cardíaco”.

Mientras, el High Density Lipoprotein (HDL) hace lo contrario, evita que el colesterol se acumule en las venas.

Pero, ¿cómo saber si los niveles de colesterol son saludables?.

Cuando un médico observa su prueba de colesterol no solo mira el número total, tiene que observar el HDL y el LDL, entre otros parámetros.

Así que para usted tener un buen pronóstico desde el punto de vista cardiovascular, debe tener el colesterol total en menos de 200; el HDL por lo menos entre 45 a 50;  el LDL menos de 100, y los triglicéridos también menos de 100. Sin embargo, si este último renglón está menos de 150, no se debe preocupar porque son niveles buenos, dijo el galeno.

Parés indicó que “hay que continuar haciendo campaña salubrista para que se ajuste el puertorriqueño; tiene que hacer dieta, dieta y ejercicio; con dieta y ejercicio hay algunos casos, incluso de pacientes diabéticos que dependen de la pastilla, que han llegado a dejar las pastillas”.

También alertó del deporte número uno del puertorriqueño; “estar en la silla reclinable, con el televisor de frente, y allí se pasa horas”, y no hace ejercicios, llevando una vida sedentaria.