Yousef Abdallah reía emocionado mientras decenas de palomas se posaban en distintas partes de su cuerpo.

“¿Tengo una en la cabeza?”, le preguntaba a una joven que lo retrataba.

El gerente de la zona este de la organización sin fines de lucro Islamic Relief USA, y quien está de misión en la Isla, sacó un momento, antes de regresar a Estados Unidos, para recrearse y darle comida a decenas de aves que viven en el parque de las palomas en el Viejo San Juan.

Aunque no se ven muchas personas dándoles comida, los pájaros siguen allí y la población parece que no ha mermado.

Tras el paso del huracán María, fueron muchas las que murieron y según algunos, se recogieron varias bolsas con los cuerpos.

Muchos temían que las palomas, que están acostumbradas a comer de la mano de los transeúntes, no sobrevivieran por la falta de alimentos.

Allí había un vendedor de maíz picado quien dijo a este diario que “las palomas no se han ido, hay comida”.

Abdallah, procedente de New Jersey, compró la bolsita de maíz por $1 y en segundos se sintió un fuerte aleteo quedando rodeado de decenas de palomas.

“Esto es hermoso, increíble”, decía el hombre quien visitaba la Isla por tercera vez.

Ante la pregunta de si había mermado la cantidad de palomas luego del ciclón, la guardia de seguridad Argentina Kelly respondió: “Lo pueden ver por ustedes mismos, hay un montón”.

La oficial aceptó que alimentarlas está un poco difícil, pero hay una chica que les está trayendo. “Yo le eché dos bolsitas, le echo su agüita”, indicó al mencionar que la cantidad de palomas es la misma que antes del huracán María.

La chica a la que se refiere Kelly es Daniela, estudiante de veterinaria en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), quien al enterarse de que presuntamente les faltaba alimentos recogió donativos y “les está trayendo comida”.

Aunque regresó al RUM a estudair, dejó alimento para que Argentina se lo dé durante el día.

“Yo lo que pienso es cómo se salvaron, porque murieron muchas, y mira todas las que salvaron”, comentó la guardia de seguridad.

Sostuvo que el pasado fin de semana llegaron muchas personas al parque y las palomas “comieron bastante”. Dijo que de los turistas que llegaron muchos eran orientales.

Un policía estatal que prefirió no identificarse dijo que “aquí viene gente de diferentes sitios a darle lentejas y maíz. Los otros días vinieron unas personas de Corozal a traerles comida a las palomas. Se tiran fotos con ellas. La rutina ha seguido”, mencionó.

Otro que fue al parque fue Alberto Coss, de Carolina.

“Estoy de visita en San Juan porque en una semana me voy para Estados Unidos”, dijo el joven que estudiará en Connecticut. “Yo vengo, por lo menos, de 10 a 20 veces al año. Es que me gusta San Juan”, agregó.

Vuelven con ayuda

Abdallah indicó que el Islamic Relief USA patrocina y financia proyectos nacionales que incluyen respuestas ante desastres como el ocurrido en la Isla, asistencia a la población sin hogar y a los que necesitan atención médica.

Junto a Waleed Gabr, gerente regional de la organización, viajó la semana pasada a Puerto Rico para visitar diversos pueblos y conocer de primera mano la necesidad. Dijo que espera regresar en dos semanas -tras preparar un reporte de lo que encontraron- con ayuda para impactar las distintas comunidades los pueblos de Ponce, Arecibo, Humacao y Yabucoa.

Tras visitar algunos pueblos en el norte, sur y este de Puerto Rico, y algunas zonas montañosas Abdallah aceptó que fue difícil acceder algunas áreas.

“Estamos evaluando la situación. Hemos visto la destrucción en la Isla, todo el sistema eléctrico destruido, los árboles en el piso… realmente devastado. Estamos orando por las personas de aquí”, indicó al agregar que estuvieron también sin luz y sin agua, pero solidarios con los boricuas que están en las mismas condiciones.

A su juicio, una de las prioridades de la ciudadanía es tener equipo para alumbrarse. “Pienso que la gente necesita algo para alumbrarse como plantas, linternas, baterías, y muy importante, un kit de primeros auxilios”, indicó.

Gabr agregó que también notaron que a la gente se le está haciendo difícil acceder los servicios de salud.