Empleados de MillerCoors Puerto Rico, de su distribuidor V.Suárez & Co. y sus agencias de comunicaciones sirvieron de voluntarios al Programa del Estuario de la Bahía de San Juan para realizar labores de limpieza, siembra y pruebas de calidad de agua en el islote La Esperanza en Cataño. 

El islote fue creado en la década de 1960 como producto de la arena y sedimento del dragado de los canales de navegación de la Bahía de San Juan.  Actualmente es hábitat de diversas especies de flora y fauna pero se ve impactado frecuentemente por la basura transportada por las corrientes de agua de la Bahía, de los ríos y quebradas cercanas.   

Este esfuerzo, que se lleva a cabo por quinto año consecutivo, es parte de una iniciativa anual de los  empleados de todas las oficinas de MillerCoors en Estados Unidos, que escogen una organización sin fines de lucro a nivel local y se unen en gestiones para mejorar y conservar el agua, uno de los recursos más preciados de la naturaleza.

“Pocas personas son conscientes del impacto que tiene en la vida marina la basura que arrojan en las carreteras y lugares públicos”, señaló Javier Laureano, director ejecutivo del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan.

“Por ejemplo, los tinglares, que consumen principalmente aguavivas, puede morir al ingerir una bolsa plástica arrojada en algún centro comercial lejos de la costa, material que llega al océano y a los estuarios por medio de las alcantarillas pluviales y el viento. Anualmente recogemos un promedio de 1,200 libras de basura del islote La Esperanza en la Bahía de San Juan, un lugar que no recibe visita del público. Agradecemos la contribución económica y de voluntariado de MillerCoors en el evento, donde también medimos calidad de agua y sembramos diversas especies de árboles costeros, como el mangle blanco y uvas playeras”, concluyó Laureano.

“Nuestros productos dependen grandemente de la calidad del agua, pero este esfuerzo va más allá de nuestro negocio, se trata de nuestro compromiso de nuestra empresa de ser guardianes del ambiente en las comunidades que servimos”, señaló  por su parte  Javier Soler, vicepresidente y gerente general de MillerCoors en Puerto Rico.

Durante la actividad, MillerCoors entregó un donativo de $5,000 al Programa del Estuario para continuar apoyando su trabajo de conservación ambiental.