La explotación, la pobreza, la indiferencia a las injusticias y la falta de acceso a la información son algunos de los principales retos que enfrenta la defensa de los derechos humanos en Puerto Rico.

Este fue parte del balance que surgió de los discursos ofrecidos por el secretario de Justicia, César Miranda, el sociólogo, Cérsar Rey, y la escritora, Mayra Montero, durante la vigesimosexta Conferencia Anual del Ministerio Público, en el anfiteatro del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana en Cupey.

"No podemos ser indiferentes ni neutrales. La indiferencia ante las injusticias, ante las violaciones de derechos humanos y civiles, ante el dolor del desconocido es la indiferencia a la dignidad humana", expresó Miranda, ante un público de cientos de personas que incluía a fiscales, abogados y registradores de la propiedad.  "Hay que combatir la neutralidad que impide hacer lo que es correcto.

Agregó que "nos tiene que doler el dolor de los niños maltratados, abusados sexualmente, el dolor de las mujeres abusadas, el dolor de los viejos abandonados a su suerte, el dolor de los pobres más pobres".

"Tenemos que hablar de la pobreza, de sus repercusiones, de cómo las violaciones a los derechos humanos son cada vez más contra las comunidades marginadas", agregó. "Seamos conscientes que diariamente nuestras funciones como Ministerio Público van dirigidas a atender o encausar a poblaciones eminentemente pobres".

Mientras, el sociólogo César Rey enfatizó en los hallazgos de las investigaciones apoyadas por la Fundación Ricky Martin, que por los pasados años ha encontrado cifras alarmantes que demuestran violaciones a los derechos por la trata humana.

Recordó que, según el Censo, en Puerto Rico un 56% de los menores de 18 años viven bajo el nivel de pobreza, lo que aumenta a 62% para los menores de 5 años.

"Esto nos tiene que llevar a cuestionar cuál es el caldo de cultivo sobre el cual se desarrolla un sector de la población", sostuvo Rey.

"Esto está bien subsidiado por la economía informal", agregó el también exsecretario de Educación.

Recordó que las actividades de economía informal, como el narcotráfico cada vez alcanzan a más menores desde edades tempranas. Asimismo, apuntó que hace dos años la Policía estimó que en el país había 1,500 puntos de drogas que generaban $3,000 millones de dólares.

"Hoy hay 1,300 escuelas con un presupuesto que es igual a las ganancias de los puntos de drogas", lamentó Rey.

También resaltó varios casos que ilustran la gravedad de la explotación sexual de menores de edad, como una de las diversas variantes de esclavitud que se registran en Puerto Rico.

Además de las supuestas casas de masaje, llamó la atención que un estudiante de Derecho que trabaja con él rastreó en internet un servicio que permite a extranjeros reservar con tarjetas de crédito un cuarto de hotel con un menor esperándolos para tener relaciones sexuales cuando lleguen a Puerto Rico.

Rey explicó que, de todos los renglones que constituyen la trata humana, el único que no se ve en la Isla es la venta ilegal de órganos, aunque sí documentaron el caso de un intento en Mayagüez.

"Hoy, a nivel mundial, la trata humana genera cerca de $156,000 millones. Piense qué poderío tiene una economía mundial paralela que se mueve con esas dimensiones. ¿Qué gobierno se puede resistir a ejes poderosos como ese?", cuestionó Rey. "Claro, todo ocurre porque existe corrupción, porque existe un frente que lo legitima".

Por su parte, Montero señaló que en Puerto Rico se violan los derechos todos los días, incluso, a través de asuntos que se toman por cotidianos.

"En Puerto Rico y en muchos lugares del mundo los derechos humanos se violan con absoluta impunidad, como cuando en una farmacia le niegan un medicamento a un enfermo porque el plan de salud no lo cubre y un burócrata sin rostro propone un medicamento sustituto o parecido, o no propone nada, propone que se joda", manifestó Montero, arrancando aplausos de los presentes en la sala.

También destacó cómo se afectan los derechos de las personas a saber lo que pasa en el país cuando de forma deliberada se trata de desinformar y crear escándalos artificiales para distraer la atención de "los malos manejos y evitar así que intervengamos con sentido crítico".

"Cuando nos empujan a la ignorancia y a la mansedumbre, también se hacen trizas un montón de derechos", abundó la escritora y periodista, al hacer un llamado a un mayor énfasis en el periodismo investigativo.

"Si no sabemos quién nos miente, cómo y por qué se ha tejido la falacia, será difícil que podamos disfrutar del humano derecho a ser libres. Si no desenmascaramos a los rufianes con tiempo suficiente para sacarlos de circulación antes de que hayan escondido su dinero, producto de sus tropelías -hay uno por ahí vendiendo su casa en $4 millones- será difícil decir que nos asiste el derecho al honor", dijo Montero.

Además de los discursos de apertura del congreso, los derechos humanos fueron el tema principal de los cursos de capacitación que tomaron cerca de 600 abogados y registradores de la propiedad durante la actividad.

Algunos de los asuntos que abordaron fueron: violencia de género y violación de los derechos humanos, registros y allanamientos irrazonables, derecho a la salud en Puerto Rico y perspectiva de género.

También se entregaron reconocimientos a aquellos abogados, fiscales, registradores de la propiedad y procuradores de menores y familia que se han destacado por sus ejecutorias durante el año.