El problema descansa en que el agua de este pozo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) proviene de un acuífero del Dorado Groundwater Contamination Site, enumerado en la Lista de Prioridad Nacional de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

Tras la destrucción provocada por el huracán María y la falta de servicio de agua potable en el País, ciudadanos vieron, en estas tomas clausuradas de la comunidad de Maguayo, una alternativa para suplirse del indispensable líquido. Muchos ajenos, tal vez, a la peligrosidad de su consumo.

“En esa zona que hay un acuífero, hay unos pozos de la AAA que se ha encontrado que algunos tienen altos niveles de compuestos orgánicos volátiles y eso puede ser muchas cosas: solventes, derivados de la gasolina, residuos de proceso industriales, por ejemplo”, explicó la directora de la EPA en Puerto Rico, Carmen Guerrero.

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Luego de que trascendiera en medios periodísticos el acceso de damnificados al acuífero potencialmente contaminado, los pozos de esta comunidad fueron colocados hoy bajo vigilancia de una empresa privada, observó este diario. La verja que rodea el pozo #2 había sido forzada y, en el suelo, fueron abandonados pedazos de mangueras, envases plásticos, un jabón y una toalla.

En septiembre de 2016, el Dorado Groundwater Contamination Site fue colocado en la lista de atención prioritaria de la EPA. Previo a su inclusión, la agencia federal había informado que el muestreo realizado detectó niveles elevados de tetracloroetileno y tricloroetileno, solventes utilizados en procesos industriales.

Sin embargo, Guerrero aclaró que no todos los pozos de ese municipio suplen agua que incumple con los estándares de calidad, pero sí deben ser monitoreados con frecuencia a modo de prevención.

Por ejemplo, el pozo de Santa Rosa recibió el aval del Departamento de Salud, y los muestreos realizados allí por la AAA durante el fin de semana arrojaron resultados favorables, precisó Guerrero. La EPA realizó sus propios análisis, pero los resultados no estarán disponibles hasta el viernes, señaló.

“Los pozos que hoy día exceden los estándares de calidad, según los estudios de Salud, la EPA y la AAA están cerrados, y la gente no deberían estar accediendo a ellos. No debería haber ningún tipo de maquinaria para manejarlos”, puntualizó la directora de la EPA a nivel local, al advertir sobre los daños a la salud que puede provocar el consumo prologado de fluidos contaminados.

Advertencia federal

Hoy, funcionarios federales llegaron hasta el pozo #6 de Maguayo precisamente para distribuir agua embotellada.

Elizabeth Browditch, del Negociado federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), explicó que la misión del grupo era suplir agua a las personas que residen cerca de los pozos #2, #4 y #6 de Maguayo y “correr la voz de que el agua que sale de ellos está contaminada”.

El contingente federal distribuiría 10 paletas con paquetes de botellas de agua y 30 toldos, abundó Browditch.

Pese a las expresiones de la directora de la EPA en Puerto Rico y de la empleada del FBI, el secretario de Estado, Luis Rivera Marín, alegó que el agua que sale de los pozos clausurados en Maguayo provienen del Superacueducto.

“Estos pozos no están energizados. No están energizados y no están extrayendo agua de aquí. Aquí la presión que hay es del Superacueducto. Así que las muestras que se puedan estar cogiendo de aquí, lo que están cogiendo son muestras de agua del Superacueducto. Pero más allá de lo que me puedan decir, quise venir y ver las conexiones (de donde extraían el líquido)”, expresó al secretario, quien negó la información sobre agua contaminada en Maguayo.

El funcionario arribó, sin previo anuncio, a los predios del pozo #6 mientras las autoridades federales distribuían la asistencia.

“Nosotros no tenemos que ver nada con toda esa gente que acaba de llegar”, se le escuchó decir a uno de los integrantes del grupo federal.

Este medio realizó llamadas tanto al presidente de la AAA, Elí Díaz Atienza, como a su portavoz de prensa, Leticia Jover. Sin embargo, al cierre de esta edición no fue concedida la reacción solicitada.