“Los reyes son nuestros”. 

Con esta aseveración, el rector del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, Miguel Rodríguez López, recogió el sentir de muchos boricuas que han abrazado la tradición de los Tres Santos Reyes: Melchor, Baltazar y Gaspar.

“Hay toda una cultura alrededor de los Reyes Magos, que nosotros, los puertorriqueños, hemos adaptado y hemos promovido y que la sentimos muy nuestra”, manifestó Rodríguez, quien agregó que “en Puerto Rico, por alguna razón muy particular, la festividad tiene más arraigo que en otros países de Latinoamérica”.

Por su parte, Nina Torres-Vidal, profesora de Lengua y literatura de la Universidad del Sagrado Corazón, opinó que, para el pueblo puertorriqueño, la fiesta de los Santos Reyes es, además de devoción religiosa, símbolo de nuestra identidad cultural, afirmación de nuestra puertorriqueñidad y una manifestación  de resistencia frente a una tradición más reciente que tiene mucha presencia en Puerto Rico: la visita de Santa Claus.  

El rector estableció que la celebración de los reyes (también conocida como la Epifanía de Jesús) “es algo propio, que nos caracteriza. Los puertorriqueños nos distinguimos de otros pueblos de Latinoamérica en muchas cosas, pero nuestra celebración de los Reyes es única”.

El también arqueólogo, además, opinó que la Isla responde a sus tradiciones y las respalda. “Yo creo que esas tradiciones son las que nos hacen fuertes a nosotros y yo exhorto a las instituciones culturales a que examinen la historia de nuestras tradiciones y las afirmen”.

“Yo creo que es una cosa que nos enorgullece. Lo dijo don Ricardo Alegría y lo digo yo también: ‘la cultura nos une’”, sentenció. “Si en otros países promueven lo suyo, vamos a promover lo nuestro, que es tan rico”, agregó. 

Origen de los Reyes 

El arqueólogo sostuvo que, históricamente, se ha señalado que los tres reyes tenían procedencias distintas: uno era africano, uno árabe y el otro, oriental y que llegaron hasta el pesebre del niño Jesús, en Belén, para proclamarlo “rey de reyes”.

Por su parte, la profesora advirtió que no hay evidencia sobre la existencia de los reyes  ni en los textos bíblicos ni en documentos históricos. “La referencia que aparece en el Evangelio de Mateo alude a unos magos que vinieron de Oriente a adorar al ‘rey de los judíos’ siguiendo la estrella que, según el profeta, anunciaría su nacimiento”, narró la experta.

“No dice que son reyes, ni tres, ni explica exactamente de dónde venía cada uno, más allá de decir ‘de Oriente’, ni siquiera que vinieron en camellos”, aclaró la estudiosa, quien agregó que el significado de la palabra ‘mago’ en dicho contexto, se refería a hombre sabio o a persona de ciencia.  

La educadora comentó que el relato de los reyes solo aparece en el Evangelio de Mateo, y que el mismo tiene tantos elementos atractivos que, con el tiempo, se convirtió en un elemento central en la historia de la natividad. “No hay Navidad sin Reyes Magos”, sentenció Torres-Vidal.

El rector del Centro explicó que la “tradición fue pasando a España, a los países cristianos y una vez comienza la conquista de América, llega a Puerto Rico y a todos los países de Latinoamérica como parte de las creencias y tradiciones religiosas del cristianismo”, acotó el experto, quien advirtió que, a pesar de que la celebración es de origen religioso, la misma ha crecido al margen de la religión oficial. 

La iglesia, por su parte, ha incorporado al famoso trío a sus misas. “A veces, las misas de reyes son más concurridas que las de Navidad o que las de despedida de año”, destacó. 

“Hay documentos históricos con relatos en los que se menciona que en los campos se celebraba la tradición de los Reyes Magos y se hacían tallas de ellos”, narró el estudioso. “Sabemos de talla de Reyes muy antiguas, del siglo 18, del siglo 19. Se ponían en los altares en las casas”, expuso. 

“Por eso, la devoción de los reyes, en término de la talla de santos, es bien importante. Yo diría que es una de las tallas que más se encuentra en nuestro folclor y en nuestra artesanía puertorriqueña”, sentenció.

Mientras, la profesora compartió que, a su juicio, la celebración de los reyes tiene “unos matices muy nuestros”. “Es una de nuestras tradiciones más importantes, si no la más importante y entrañable”, destacó.

"En los pueblos y en las áreas rurales se siguen celebrando las promesas de reyes. La fiesta de los Reyes en Juana Díaz es conocida en el mundo y se ha convertido en un peregrinaje obligado para quienes vivimos en la Isla o quienes nos visitan", destacó la académica.

En nuestros términos 

En Puerto Rico, “criollizamos” al famoso trío por lo menos, de tres formas distintas: aquí, se transportan en caballos, son santos y, además, les creamos un verbo. 

Según el arqueólogo, Puerto Rico es el único lugar donde los reyes montan caballos en lugar de camellos. “Obviamente, nuestros campesinos, que tallaban esas figuras de reyes para ponerlas en sus altares en la Navidad, no conocían el detalle de los camellos y los hacían a caballo, que era su forma regular de transportación acá”, comentó.

Torres-Vidal señaló que los caballos (o los camellos) adquieren también gran importancia en el imaginario de los Reyes, al punto de que los niños y las niñas preparan cajas con yerba y fuentes con agua para reconfortarlos durante ese largo viaje en el que visitan tantos hogares para dejar sus regalitos. 

El aspecto de su “santidad”, explicó Rodríguez, inició en el corazón montañoso de nuestro país pero se extendió por el resto de la Isla. De esta forma, las personas, comenzaron a adorarlos, hacerles promesas y peticiones. 

El experto también sostuvo que el verbo “reyar” es de autoría y uso netamente puertorriqueños. La Real Academia Española lo define de la siguiente manera: “intr. P. Rico Salir en grupos a solicitar aguinaldo. U. t. c. tr.”. 

El boricua de la diáspora y los reyes 

Torres-Vidal opinó que las familias puertorriqueñas que viven fuera de Puerto Rico también valoran sus tradiciones y reciben la visita de los Reyes con ilusión, aunque después de abrir los regalitos y secar el agua que derraman los camellos, tengan que irse a la escuela o al trabajo. 

“De hecho, muchas comunidades ‘hispanas’ en Estados Unidos han recobrado la tradición que ya en sus países celebraban menos y hacen fiestas en sus comunidades”, estableció y agregó que el 6 de enero, de esta forma, se ha convertido en un día de fiesta en muchos lugares. 

¿Santa Vs. Los Reyes? 

El personaje de “Papá Noel” o “Santa Claus” tiene un origen europeo y pagano. “Se incorporó a los países europeos, particularmente en los nórdicos: Alemania, Holanda e Inglaterra. En España también había tradición, pero no muy fuerte”, explicó el rector. 

De esta forma, aseveró, el personaje barbudo llegó a los Estados Unidos con los inmigrantes de los siglos 16 y 17 y, eventualmente, a Puerto Rico. 

“Se implantó como parte de un proceso en el que los puertorriqueños empezamos a mirar la cultura norteamericana (estadounidense) y se trató de implantar el idioma, las costumbres, la cosa de Santa Claus en Navidad. Tuvo mucha fuerza, yo diría”, señaló el rector, al tiempo que explicó que su introducción aquí disminuyó temporalmente, la popularidad de los Reyes. 

El estudioso señaló que, en las décadas del cincuenta y sesenta, Santa Claus tuvo un gran destaque en Puerto Rico y dicho fenómeno respondió a la comercialización de su imagen en los medios y centros comerciales.

“A mi juicio, como estudioso de la cultura que soy, pienso que en estos últimos años, ha habido un renacer del sentimiento hacia los Reyes Magos. Las promesas de reyes se han multiplicado por toda la Isla en las plazas de los pueblos, en San Juan”, opinó Rodríguez. “Yo pienso que ganaron los reyes”, afirmó.

“Nuestra cultura es muy fuerte. La ‘americanización’ falló en muchas áreas”, advirtió el rector, quien agregó que dicho aspecto queda en evidencia tanto en el infructuoso establecimiento del idioma inglés como el oficial y en muchas costumbres estadounidenses que el boricua “criollizó”.

“Santa Claus ya no tiene la importancia que tenía antes y yo diría que eso es bueno. Santa Claus no es Navidad. La Navidad celebra el día del nacimiento de Jesucristo”, aclaró el académico. 

Los reyes, según el rector, recuperaron su sitial. “Hay más actividad pública cultural alrededor del Día de los Reyes que el mismo Santa Claus, que ha ido perdiendo un poco de fuerza”, expuso, al tiempo que opinó que, cuando se trata de regalos, los niños piensan en Santa Claus, mientras que los reyes, dominan el terreno cultural y folclórico.  

“Posiblemente, asociamos a los Reyes con tradiciones, con fiestas de tradición familiar, con ir al campo, con la música, con el folclor”, apuntó el experto.

Coexistencia 

Torres-Vidal opinó que, a pesar de que los niños reciben con alegría a Santa Claus, también viven con ilusión la víspera de Reyes, oportunidad en la “que buscan sus cajitas de yerba, ponen agua, y se mueren de la risa (y algunos del susto) cuando ven lo cerquita de sus camas que han llegado y el revolú de yerba que han dejado al salir”.

Rodríguez, por su parte, advirtió que no se puede asumir una actitud extremista y prohibir la presencia de Santa Claus en el escenario navideño boricua. 

Para Torres-Vidal, Santa Claus, simplemente, llega con los primeros regalos de la temporada. “No creo que Santa Claus le haga sombra o desplace nunca a los Santos Reyes; por el contrario. Ambos coexisten, pero, en Puerto Rico, los Santos Reyes siguen teniendo el lugar de honor”, aclaró.

“En el centro de estas dos tradiciones -aunque a veces lo olvidemos- está el reconocimiento del regalo más trascendental que celebramos los cristianos y las cristianas: la presencia de Dios entre nosotros”, recordó la académica.