Aguadilla. La madre del menor de 15 años que confesó haber participado en el incendio de los tres salones de Educación Especial en la escuela Segunda Unidad Carmelo Serrano Cubano, en San Sebastián, salió en defensa de su hijo, quien acudió ayer al tribunal de Aguadilla para enfrentarse ante la procuradora de menores.

María Díaz mostraba angustia en el rostro e inició sus expresiones en exclusiva para Primera Hora, diciendo: “Yo no justifico lo de mi hijo”.

La mujer estaba acompañada de otras personas que le servían de apoyo y que se identificaron como líderes de una iglesia.

“Al hijo mío yo no le aplaudo lo que hizo”, continuó diciendo. “Mucha gente está especulando cosas y señalándolo, porque para el gobierno y para la gente es fácil (juzgar). Pero el que es padre entiende”, manifestó apelando compasión.

María sostuvo que desconocía que su hijo estaba en las “andadas” con Peter Santiago Pivot, el otro joven imputado de cometer el crimen originado el lunes en la madrugada, pues presuntamente pensaba que estaba jugando baloncesto. “No fue un descuido porque el nene estaba jugando bastket. Le podía pasar a cualquier ser humano”, dijo en su defensa como madre y custodia del menor.

El mayor de los jóvenes confesó públicamente que habían acordado ir a la escuela y que entraron al salón, rompieron papeles y documentos que regaron por el piso. Señaló que el domingo por la noche regresaron a prenderle fuego al salón y que lo hicieron con un encendedor.

La madre del menor sostuvo que “mi hijo no es un nene malo. Mi hijo tiene condiciones”, dijo. Mostrando un sobre amarillo con documentos agregó: “aquí yo traigo todas las condiciones que tiene. A él lo ve una psicóloga que me va a hacer un informe detallado”.

“Lo que estoy pasando no es fácil. Pero mucha gente comenta y dicen que lo juzguen como adulto. Pero nadie se pone en el lugar de una madre”, argumentó.

¿Tiene fe en que él pueda recapacitar? Peter dijo que se había arrepentido de lo ocurrido.

Él está bien arrepentido y yo conozco a mi hijo.

A preguntas de si su hijo cometió las faltas que hoy enfrenta ante la justicia por propia voluntad, María sostuvo que “Peter lo buscaba. Yo nunca quise a Peter de amigo de mi hijo. El siempre lo buscaba cuando él estaba tranquilo”.

El día en que se dio a conocer el incendio, el gobernador Alejandro García Padilla dijo estar indignado por el incidente que consumió los tres salones. Incluso solicitó que se atendiera el caso con rapidez y que los responsables pagaran con todo el peso de la ley.

María se armó de valor para enviarle un mensaje al gobernador: “Él es padre. No soy quien (para decirle algo), respeto sus decisiones, pues él es el gobernador. Pero él es padre y él no sabe si cuando su hijo sea grande, le pueda pasar lo mismo. Por dónde él (su hijo) vaya, el (gobernador) no sabe. Y el que juzga es Dios”, sentenció.

Ayer, el juez José Ramos Saenz reasignó la vista del menor para el martes 27 de agosto, debido a que el adolescente todavía no contaba con un representante legal para su defensa ante la procuradora Carmen Rita Silva.