El Departamento de Ciencias Marinas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) contempla nuevas estrategias de ingresos para mantener la alta calidad de las investigaciones realizadas en la isla-laboratorio Magueyes.

Ante la crisis fiscal que atraviesa la Universidad de Puerto Rico (UPR), el Departamento de Ciencias Marinas (DCM) del RUM buscará diversificar sus fuentes de ingresos para mantener a flote las operaciones en Magueyes, la meca de la investigación marina en Puerto Rico. 

La nueva estrategia, adelantó a Primera Hora el director del DCM, el doctor Ernesto Otero, consiste en redistribuir algunas partidas de su presupuesto anual al mantenimiento de embarcaciones y a la reparación del muelle tras la devastación dejada allí por el huracán María. Además, el DCM buscará crear nuevas fuentes de ingreso que independicen a la pequeña isla, rodeada de mangles y corales, del vaivén presupuestario de la UPR. 

Según Otero, el presupuesto del DCM destinado por la administración de la UPR al mantenimiento de Magueyes es solo una tercera parte de lo que fue hace dos años.

 “Si me cortan el presupuesto de mantenimiento, cerramos [la isla] o hacemos algo que mitigue ese impacto económico. Algunos fondos están destinados a unas actividades, pero ya no… Yo voy a tener que coger de esos fondos para poder correr la isla”, lamentó.

Anticipó que por la falta de fondos decenas de estudiantes de bachillerato, maestría y doctorado, con especialidades en 12 áreas de enfoque -todas esenciales al estudio de las ciencias marinas en el Caribe- podrían verse impactados.

Sin embarcaciones seguras, Manuel Olmeda, quien se especializa en ecología experimental, no podría realizar los censos de peces que necesita el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para asignar recursos marítimo-costeros alrededor de toda la isla. 

Asimismo, Luis Pomales Velázquez, quien realiza una maestría en oceanografía física, sería incapaz de ir al campo a hacer las mediciones necesarias para mejorar los modelos predictivos que utiliza la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) para informar las condiciones marítimas en las aguas del Caribe.

Según el catedrático, la presencia de estudiantes como Olmeda y Pomales en Magueyes hace posible que tanto las investigaciones como las iniciativas de responsabilidad social del DCM sean exitosas. Por eso dice que “yo tengo que correr la isla para que los estudiantes se sigan beneficiando, no importa lo que pase fuera [de Magueyes]”. 

Por esa razón, Otero añadió que “también hay un mandato a buscar fuentes alternas de fondos, que no necesariamente sean investigaciones”.

Es por ello que analiza la posibilidad de rentar algunos de sus botes por precios módicos ($300 al día) a proyectos científicos con fondos externos a la UPR con la esperanza de incrementar la solvencia del DCM.

Sin un modelo financiero más sostenible, Otero advirtió que quizás no pueda cumplir con algunas de las metas más nobles de su departamento, que también benefician al resto de la UPR.

“Por ejemplo, [el sábado] vinieron casi 400 personas a la celebración del día de las ciencias marinas. Sin embargo, si hubiéramos tenido que pagarle a los estudiantes, quizás no se hubiera podido celebrar”, lamentó el investigador. 

Aunque entiende que Magueyes no está en peligro inminente, Otero afirmó que deberá “ser proactivo” para que los investigadores en la isla sigan haciendo ciencia en el nuevo contexto fiscal de la universidad. 

Asimismo, exhortó a los directores de programas académicos en la UPR a buscar la autosostenibilidad financiera.